Por Valeria Monserrat Pioquinto Morales
México (Aunam). En medio de ofrendas coloridas, esqueletos, altares y personas disfrazadas ingeniosamente y teniendo como marco el Día de Muertos, la Delegación Coyoacán llevó a cabo la Segunda Feria del pan de muerto y el chocolate en el Jardín Hidalgo.
Este evento contó con la participación de 140 expositores, entre ellos algunos países invitados como Bolivia, Chile, Marruecos, Tailandia, Guatemala, Grecia, Honduras, España y Bélgica, así como stands de varios estados de la República Mexicana.
A lo largo de tres días los habitantes pudieron disfrutar de una amplia gama de platillos tales como tamales dulces y salados de diferentes sabores (desde los más tradicionales hasta los más exóticos, como crema irlandesa y capuccino, café, atole, comida típica mexicana o de otros países tales como lasagna, kebab o pupusas y, por supuesto, pan de muerto y chocolate, tanto en bebida como en polvo y tableta.
De igual forma, durante la Feria se realizaron más de 300 actividades como conciertos, obras de teatro, exhibición de alebrijes y altares en los barrios de Coyoacán, desfiles de catrinas, videomapping (proyección de videos en 3D sobre la Iglesia de Coyoacán) y concursos de disfraces. Asimismo, un joven artesano del pueblo de Los Reyes elaboró una calavera de azúcar monumental de dos metros de alto por 1.80 de ancho y con un peso aproximado de 400 kg, rompiendo así un récord a nivel nacional.
Según la organización del evento, éste tuvo como finalidad la promoción de la comida mexicana y las costumbres y tradiciones de nuestro país. Las autoridades calculan que asistieron 300 mil visitantes, lo que representó una derrama económica de alrededor de 80 millones de pesos.
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México (Aunam). En medio de ofrendas coloridas, esqueletos, altares y personas disfrazadas ingeniosamente y teniendo como marco el Día de Muertos, la Delegación Coyoacán llevó a cabo la Segunda Feria del pan de muerto y el chocolate en el Jardín Hidalgo.
Este evento contó con la participación de 140 expositores, entre ellos algunos países invitados como Bolivia, Chile, Marruecos, Tailandia, Guatemala, Grecia, Honduras, España y Bélgica, así como stands de varios estados de la República Mexicana.
A lo largo de tres días los habitantes pudieron disfrutar de una amplia gama de platillos tales como tamales dulces y salados de diferentes sabores (desde los más tradicionales hasta los más exóticos, como crema irlandesa y capuccino, café, atole, comida típica mexicana o de otros países tales como lasagna, kebab o pupusas y, por supuesto, pan de muerto y chocolate, tanto en bebida como en polvo y tableta.
De igual forma, durante la Feria se realizaron más de 300 actividades como conciertos, obras de teatro, exhibición de alebrijes y altares en los barrios de Coyoacán, desfiles de catrinas, videomapping (proyección de videos en 3D sobre la Iglesia de Coyoacán) y concursos de disfraces. Asimismo, un joven artesano del pueblo de Los Reyes elaboró una calavera de azúcar monumental de dos metros de alto por 1.80 de ancho y con un peso aproximado de 400 kg, rompiendo así un récord a nivel nacional.
Según la organización del evento, éste tuvo como finalidad la promoción de la comida mexicana y las costumbres y tradiciones de nuestro país. Las autoridades calculan que asistieron 300 mil visitantes, lo que representó una derrama económica de alrededor de 80 millones de pesos.
