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“LO MÁS IMPORTANTE ES EL CAMINO, NO EL DESTINO”: FRANCISCO MATA ROSAS

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Por Karla Elvira Contreras Merino
Ciudad de México (Aunam). Francisco Mata Rosas, fotógrafo y profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Cuajimalpa, deja la clase en las manos de su ayudante y sale del aula para el encuentro programado. Francisco es alto, aproximadamente unos 1.80 metros, y alegre; su primera sonrisa y el amable apretón de manos que conforman su cordial saludo así lo revelan.


Mata Rosas es uno de los exponentes más reconocidos de la fotografía contemporánea. Así lo acredita el número de reconocimientos a su nombre: Premio de Adquisición en la Bienal de Fotografía Mexicana (1988), Premio de Fomento y Conversión del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (1994 y 1999), entre otros.

En el momento del encuentro viste de manera casual: lleva puesto un pantalón de mezclilla, una chamarra gris marca The North Face y unas botas negras. Un chaleco negro debajo de la chaqueta le ayuda a combatir el frío de las 10 de la mañana, cuando el sol apenas sirve para brindar calor.

Sus canas combinan, aquí y allá, tonalidades grises y blancas e indican su ya avanzada edad, al igual que su rostro, en el que se dibujan algunas arrugas. Las ojeras reflejan el cansancio y la trayectoria, mientras que los lentes representan más de 30 años de trabajo, esfuerzo, pasión y sacrificio por sus profesiones.

En su cubículo, la puerta de cristal está etiquetada con su nombre. Es un espacio pequeño, casi como la mitad de un salón de clases, pintado de color blanco; por una ventana al fondo de la estancia, los cálidos rayos de luz entran para hacer el lugar un poco más acogedor.

El sitio cuenta con un pequeño mueble, una mesa de madera redonda con sillas color vino que sirve para la entrevista. No hay mucha decoración más que un poster fotográfico de personas que nadan en un río y un despachador de agua.

En los primeros minutos el profesor comienza su relato. Recuerda cada momento como si hubiera sido ayer, su primer contacto con lo que después se convertiría en uno de sus trabajos más reconocidos, la fotografía.
¬¬¬
“Mi contacto con la imagen estuvo ahí siempre, porque mi papá es un aficionado a la fotografía avanzada. Por ello, siempre tuvimos mucho contacto con la imagen. Él tenía un taller de offset donde imprimía libros y postales, entre otras cosas”, menciona.

Más allá de la fotografía

Mata Rosas recuerda que, en un principio, la fotografía formaba parte de su vida, pero no era un trabajo al que pensara dedicarse profesionalmente; era el periodismo el camino que atraía su atención.

“Cuando decido estudiar comunicación y periodismo, lo que me interesaba era escribir. Pensé que iba a ser escritor, en particular me gustaba mucho la crónica. Inclusive mi servicio social lo hice en una agencia como reportero y, según mis profesores, yo era muy bueno”, recuerda,

Sin embargo, la exposición constante hacia la fotografía dentro de su círculo familiar inclinó la balanza para que, años después, Mata Rosas empezara a dar sus primeros pasos en el fotoperiodismo.

“En mi ámbito familiar, la imagen siempre estuvo presente y eso me marcó muchísimo. Mientras estaba en la universidad era fotógrafo amateur y colaboraba y participaba en las actividades del Club Fotográfico de México. Uno de mis profesores publicó, por primera vez, algunos de mis trabajos en el periódico Novedades, en un suplemento de fin de semana para los jóvenes”.

Durante su estancia en el Club Fotográfico de México, Mata Rosas tuvo su primera exposición, aunque por ese entonces el profesor aún veía la fotografía como una actividad por la que sentía mucha atracción y no como un trabajo.

La exposición ganada en el mencionado club le consiguió al fotógrafo, en 1984, una invitación para colaborar, como freelance, en el recién fundado periódico La Jornada. Los próximos dos años estarían marcados por eventos importantes para la vida laboral de este catedrático.

“En 1985 viene el terremoto en el que tuve, como freelance, una participación muy activa. En 1986 se presenta una escisión en el departamento de fotografía de La Jornada, por lo que los fotógrafos fundadores se salen y me invitan a colaborar ya de fijo en el periódico”, detalla.

En ese momento, Mata Rosas ya se desempeñaba como académico en la UAM mientras estudiaba en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), una decisión que obedeció a su interés por estudiar cine. Sin embargo, su trabajo en La Jornada lo obligó a dejar ambas tareas, lo que marcó el inicio oficial de su carrera profesional.

Aunque abandonó sus estudios en el CUEC, Mata Rosas no ha perdido el interés por el séptimo arte, pues a lo largo del tiempo ha tratado de plasmar en sus trabajos algo de su pasión por el cine.

“El cine siempre ha estado ahí. En todos mis proyectos como El Metro, Tepito, México Tenochtitlan, Cuba, incluyo multimedia, documentales cortos, video. Incluso, después de muchos años he pensado en hacer un doctorado en cine documental. La imagen en movimiento, el cine, el lenguaje cinematográfico siempre han sido parte de mi carrera”, aclara.

“Lo más importante es el camino, no el destino”

Para este fotógrafo con más de 30 años de carrera, 150 exposiciones individuales en aproximadamente 50 países y 9 títulos publicados, el proceso de tomar la fotografía correcta ha representado siempre una posibilidad invaluable de conocer y experimentar lo que sucede a su alrededor.

“Yo me hice fotógrafo por todo lo que tienes que hacer para conseguir las fotografías. A mí lo que realmente me interesa es viajar, conocer gente, tener experiencias nuevas. Siempre me da curiosidad qué pasa en la frontera, por ejemplo, siempre hay algo que me mueve”, explica.

Mata Rosas comenta que, en contadas ocasiones, son estas experiencias el único recuerdo que guarda de algunos trabajos pues la fotografía, como objeto, permanece endeble ante cualquier imprevisto.

“Nosotros lo que buscamos son fotografías, pero el tenerlas es algo muy vulnerable: hay veces que cargas mal la película en la cámara y el rollo nunca avanza; tú disparas y disparas y no tomaste nada, o regresas con tu tarjeta, la metes a la computadora y está dañada, o simplemente estás mucho tiempo trabajando, regresas y ninguna imagen funciona para lo que estás haciendo”.

Desde la perspectiva del entrevistado, el buscar la fotografía se convierte en un vehículo de conocimiento y una puerta para una infinidad de posibilidades que Mata Rosas está dispuesto a seguir explorando.

“Lo más importante para mí es el camino, no el destino. Lo importante es todo lo que hago para tomar fotografías y no éstas en sí. La fotografía sigue siendo para mí una posibilidad de conocer, de aprender, de tener experiencias y, sobre todo, de experimentar y probar cosas. Cuando deje de darme eso, me dedicaré a otra cosa: plomero, carpintero, chofer de Uber”, dice en tono cómico mientras su rostro dibuja una sonrisa acompañada de pequeñas carcajadas.

El catedrático no olvida a la compañera que lo ha alentado a seguir en el camino de la fotografía: su esposa. Guadalupe Lara, actualmente directora del Foto Museo Cuatro Caminos, ha sido una persona fundamental en la vida personal y profesional del entrevistado.

“Mi mujer ha sido un gran pilar para llegar hasta donde estoy, sin duda alguna. Llevamos 30 años de casados y tenemos dos hijas. Me ha impulsado siempre; fue ella la que prácticamente me orilló a que renunciara a La Jornada y la que me ha apoyado en las publicaciones de mis libros. El gran pilar en mi trabajo como fotógrafo ha sido ella”, comenta.

“Esa imagen es más conocida que yo”

El portafolio de trabajo del profesor Mata Rosas deja entrever el esfuerzo, la creatividad y el estilo detrás de su lente: América Profunda (1992), Sábado de Gloria (1994), Litorales (2000), México Tenochtitlan (2005), Tepito ¡Bravo el Barrio! (2006), Un Viaje. El metro de la ciudad de México (2011) son algunos de sus títulos más conocidos.

Si bien todos sus trabajos poseen la misma importancia, el catedrático menciona que, en su caso, se ha acostumbrado a ocuparse no de uno, sino de varios proyectos al mismo tiempo, mismos que han visto pasar muchos años de su vida.

“Tengo publicados once libros, todos ellos importantes, pero me tardo mucho en hacerlos. Por ejemplo, México Tenochtitlan representó 15 años de trabajo, La Habana otros 10 años de trabajo, mientras que La Línea duró siete años. Eso no quiere decir que termino uno y empiezo el otro, si no tendría como 200 años ¿verdad?”, matiza.

El profesor afirma que esta simultaneidad le permite ir brincando de un trabajo a otro y le ayuda a discernir qué proyectos merecen la pena seguir trabajando y cuáles ya no funcionan y deben ser abandonados.

“Por eso los trabajos que he conservado son importantes para mí, porque han resultado trascendentes. Todos mis proyectos me han marcado de alguna manera, pero hay fotografías, en particular, que se pueden mencionar”, aclara.

La imagen aludida por el entrevistado forma parte del libro México Tenochtitlán y lleva por título Mictlán, el lugar adonde llegaban los muertos según la mitología náhuatl. En esta fotografía, una huesuda sale caminando del metro, como si fuera una usuaria más de este transporte.

Para Mata Rosas, Mictlán forma parte de ese grupo de fotografías por el que será recordado, según lo que una vieja amiga suya alguna vez le explicó.

“Hace muchos años, una fotógrafa muy importante, Mariana Yampolsky, me dijo: ‘Mira Francisco, nuestra memoria como humanos es muy corta y es muy difícil que nos acordemos de la obra de una persona. Como fotógrafos podemos tener todas las exposiciones y libros que queramos, pero al final la gente te va a recordar por cinco imágenes, y tú ya tienes una que es esa, Mictlán saliendo del metro’, me comentó. Esa fotografía, hasta la fecha, es con la que muchísima gente me relaciona, inclusive esa imagen es más conocida que yo”, señala.

El catedrático relata que algunas proyecciones o charlas, la gente se sorprende al enterarse que él es el autor de esa fotografía. “‘La conozco desde hace años, pero no sabía que era tuya’ me dicen emocionados, entonces esa fotografía como que ha tenido vida propia”, subraya.

“Que las fotografías tengan algo qué decir”

Para el catedrático de la sonrisa fácil, el problema que muchas personas experimentan con la fotografía no radica en que ésta sea una actividad complicada. De hecho, para Mata Rosas, fotografiar y escribir no se diferencian en lo absoluto

“Tomar fotografías en la actualidad es exactamente igual que escribir; todos escribimos, todos leemos. Cuando aprendemos a escribir, aplicamos las mismas reglas para hacer la lista del súper que para hacer poesía. Con la fotografía es igual; las mismas reglas sirven para tomarle una foto a la espuma de tu capuchino que para hacer una historia trascendente”, ejemplifica.

Desde su perspectiva, la traba que los fotógrafos enfrentan cuando se ponen detrás de la lente es que no tienen un objetivo claro, una historia preparada.

“Si tú tienes algo qué decir, lo puedes hacer con lo que sea: papel, piedras, alambre, plastilina, con un lápiz, una cámara de cine, una cámara de foto, etc., hay mil maneras de decir las cosas, pero si no tienes nada qué decir, no te sirve de nada todo el equipo, la tecnología, conocimiento del software, etc. La fotografía nos va a transmitir algo si quién la tomó tenía algo qué decir”, explica.

El catedrático sigue viendo a la imagen como un vehículo para transmitir ideas o puntos de vista. Es la percepción de la sociedad sobre éstas lo que ha cambiado, pues ya no existe un código cerrado (“así fue, esto fue, esto es”). La discusión alrededor de la imagen la enriquece.

“Tú como espectador o consumidor de la imagen puedes estar de acuerdo o no con ella, dar tu propia interpretación. Ahora entendemos que la fotografía es una opinión, un punto de vista más. Para mí, lo interesante de las historias son tanto lo que el autor quiso decir o expresar como la forma en la que los demás leen su trabajo”, comenta.

La línea del fotógrafo

Es contundente al opinar que la fotografía, por sí sola, no puede cambiar absolutamente nada. Es la denuncia de lo expresado y el debate alrededor de la imagen lo que puede hacer pensar a la sociedad que ciertas cosas deben cambiar o que ciertos procesos sociales o situaciones concretas merecen otro final.

Es este punto el que lleva a Mata Rosas a hablar sobre su línea de trabajo que lo ha llevado a retratar a las culturas marginales y periféricas de nuestro país. Su interés hacia estos grupos radica en un aspecto: la cultura.

“En los barrios y en las comunidades marginales existen actitudes que no existen en las culturas urbanas, como solidaridad, tolerancia, inclusión. Por eso me gusta trabajar con esos grupos, me gusta mucho la cultura popular urbana, los barrios, esa es la parte que más me interesa”, enfatiza.

Este interés se ha extendido también a otras comunidades que sufren otro tipo de marginación, como los inmigrantes deportados en la frontera que, a pesar de venir no solamente de distintas partes del país, sino del mundo, son capaces de formar grupos entre sí. Sin embargo, Mata Rosas no niega que haya pensado abandonar este enfoque en alguna que otra ocasión.

“He tratado de salirme de esta línea de trabajo, pero no puedo… Cuando me fui a Cuba quería fotografiar otra cosa y terminé fotografiando un barrio que es el Centro Habana. En fin, esa es mi línea, hasta ahora esa es mi línea, la cultura popular urbana y las pequeñas comunidades”, concluye.





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CARÍSTICO: MISMA ALMA, DIFERENTE MÁSCARA

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Por José Guadalupe Muñoz Alonzo
Ciudad de México (Aunam). Astro Boy, Komachi, Sin Cara y Myzteziz, son algunos de los nombres que ha usado Luis Ignacio Uribe en su carrera como luchador profesional, pero con el que se consolidó dentro de la lucha libre mexicana fue Místico. La rotación que ha tenido dentro de la industria nacional e internacional lo ha obligado a cambiar de personaje en distintas ocasiones. Ahora está peleando como independiente en la Liga Elite del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) bajo el nombre de Carístico, “Si un día levanté el nombre de Místico, ¿por qué no puedo levantar este?”.


El Deportivo Kid Azteca, ubicado en el barrio de Tepito de la delegación Cuauhtémoc, atestiguó el debut de Luis Uribe a los 16 años de edad bajo el nombre de Dr. Karonte Jr. mismo que heredó de su padre. 17 años después, se convirtió en uno de los emblemas para la lucha libre mexicana, ahora usa el nombre de Carístico y continúa escribiendo su historia en la Arena México.

Carístico tiene que viajar a dónde vaya el tour de la liga. La mayoría de las luchas son en la Ciudad de México, pero hay ocasiones en que se desplazan a provincia. Se apagan las luces de la arena y en las bocinas empieza a sonar la canción Me muero por besarte de la banda de rock La Quinta Estación, tonada que usa el atleta para entrar al ring en todas sus peleas.
Entre luchadores se entienden

Carístico nació en una familia con sangre luchadora: sus hermanos practican el mismo oficio y su papá también fue luchador. Sin embargo, prefiere no hablar de vida privada.

El motivo aún no está claro. El comentarista deportivo Alfonso Morales mencionó durante una entrevista que Uribe sufría maltrato infantil. Otros periodistas de la misma fuente periodística aseguraron que llegó a un albergue del Fray Tormenta, un sacerdote que se hizo luchador para sostener su orfanato donde recibía a niños de la calle a los que les enseñaba también lucha libre. Para poder ahí, “yo dije que era de la calle, como todo niño mentiroso”, confiesa Luis Uribe.

Se rumorea también que mantiene cierta distancia con sus demás hermanos. Uno de ellos, Argos, evadió la entrevista, pero en Twitter apagan cualquier rumor cuando se felicitan o intercambian mensajes de ánimo o publican, uno que otro día, una fotografía en donde se ven juntos.
Vocación sobre el ring


Uribe se formó en la lucha libre desde muy pequeño, aunque fue hasta 2004 cuando tuvo la oportunidad de debutar en el Consejo Mundial de la Lucha Libre al lado de Volador y Felino, en contra de Averno, Mefisto y el Olímpico. Místico (su nombre en ese entonces) le dio la victoria al bando técnico esa noche.

Durante una jornada de gloria, se subió al ring 13 veces seguidas y en poco tiempo se convirtió en el protagonista de las luchas estelares. Compañeros de lucha y rivales le aplauden ese toque espectacular que le da a los eventos, los vuelos, la agilidad y la garra. “Esto hay que hacerlo sin pensar, porque si lo haces pensándolo te va a dar miedo”, detalla Uribe.

Su carisma con la gente, especialmente los niños, le ayudó para que en menos de dos años se convirtiera en la estrella del ring que llenaba los lugares donde se presentaba. Su atención para con sus fans se ve en su actual cuenta de Twitter, donde los apoyos no paran de llegar y contesta la mayoría de sus mensajes.

El origen de su personaje Místico, con el que se dio a conocer en la lucha libre mexicana, estuvo influenciado por la religión. “Soy muy católico y entonces es algo misterioso que alguien esté bajo la máscara y ese alguien sea yo”, menciona el luchador.

Su fogueo por la lucha internacional ha delatado su debilidad, pues al dar entrevistas a los medios de comunicación siempre se muestra nervioso, titubeante, pensativo. Reflexiona cada respuesta y cuida no equivocarse, pero es notable su miedo a las cámaras y micrófonos.

Más alto ya no puedes llegar

Siete años en la cima de la lucha libre mexicana lograron que la World Wrestling Entertainment (WWE) se fijara en Místico. Fue en 2011 cuando los representantes de la marca estadounidense hicieron el anuncio, en la Ciudad de México, por medio de Jim Ross, un miembro del salón de la fama de la WWE.

“La familia de la WWE ha firmado a un atleta que consideramos tiene el potencial para ser la próxima gran estrella en la empresa… Sin Cara”. Así fue renombrado Uribe durante su estancia en Norteamérica, pues el CMLL tiene todos los derechos reservados del personaje Místico.

Fue hasta 2014 que Uribe apareció luchando, bajo su nuevo nombre, con la empresa WWE. Su estancia en este grupo duró tres años, lapso en el que sufrió algunas lesiones que lo dejaron fuera del ring y disminuyeron su rendimiento: se veía cansado, le costaba saltar, hacer llaves al rival y resentía más los golpes. En algunos encuentros, tuvieron incluso que reemplazarlo por otra persona con la misma condición física para interpretar al personaje.

“Yo no tengo tatuajes, yo no era, no te puedo decir si sí o si no… desconozco el porqué pasó eso, pero tú sabes que una compañía tiene ciertos derechos sobre lo que pueden hacer con tu imagen”, menciona Luis Uribe, ahora con la máscara de Carístico.

Al final, quien pintaba para convertirse en un referente mundial de la lucha libre no lo fue. Rey Mysterio, ex luchador de la WWE, se pronunció al respecto de este asunto en una entrevista: “se dio a conocer que el contrato se iba a acabar y ya no se iba a renovar. El tiempo que trabajé con él (Sin Cara) fue agradable, pero no sé si tenía esas ganas de convertirse en una estrella de la WWE, como Alberto del Río. Es una lástima, porque el talento lo tiene y las ganas le faltaron”.

Rey Mysterio añadió que Sin Cara no tuvo el interés por aprender el idioma inglés, uno de los factores para su despido, según se rumora; otra historia cuenta que los dueños de la empresa estuvieron molestos porque nunca agarró ritmo y en todas las luchas donde se presentaba cometía algún error: no conectaba las patadas o no le salían los lances. El nivel que mostró en tierras estadounidenses y las lesiones adelantaron su regreso.

Por su parte, Carístico considera que sus ex compañeros en la WWE (Rey Mysterio y Alberto del Rio) fueron culpables de su fracaso. “A veces nos hace daño tener compañeros en Estados Unidos porque son ellos los que nos ponen el pie, son los mismos paisanos los que lo hacen. Si yo no pude crecer fue por cuestiones de mis mismos compañeros mexicanos”, explica.

De regreso a casa


En 2014 regresó a México y firmó con la Triple AAA bajo el nombre de Myzteziz. Se presentó en eventos estelares así como en Triplemanía XXIII y luchó contra Rey Mysterio, una pelea que perdió. Al poco tiempo anunció su regreso al CMLL, el grupo que lo vio nacer. “Ahora el nombre de Místic 2.0 es mío, me ayudaron para conseguirlo. Los demás nombres se los quedan las compañías. Estoy contento por estar en la Arena México”, mencionó Luis Uribe en la presentación de su nueva imagen para el CMLL.

Sin embargo, hay un nuevo Místico en la empresa y es por eso que Uribe no puede usar el nombre. “Se va a enfrentar a lo mejor y le va a costar. Si viene a buscar una rivalidad, adelante, pero es muy difícil darle una segunda oportunidad a una persona que le dio la espalda a la Arena México”, expresó el nuevo atleta que interpreta a Místico.

Uribe decidió mezclar los personajes de Sin Cara y Místico cuando no vio los resultados esperados con su nombre Místic 2.0. Es así que como nació Carístico. “Si un día levanté el de Místico, ¿Por qué no puedo levantar este?”. Se muestra confiado en que puede ganarse de vuelta a la gente.

A remar contra corriente

Uribe es un hombre que ha estado bajo la cobertura de los medios desde que empezó su carrera como profesional en la lucha libre mexicana. Su salida del CMLL fue duramente criticada, por lo que no fue bien recibido a su regreso. Sin embargo, terminó por ganar el campeonato de peso medio elite el 22 de mayo del año pasado.

“Ahora vengo como independiente, no estoy con el CMLL, pero si me dieran otra oportunidad la aceptaría. La Liga Elite me tendió la mano para pelear en la Arena México. Sería muy bueno retirarme aquí”, expresa el luchador.

Desde su regreso a México, Carístico ha vuelto a ser un luchador con presencia regular, con actividad cada semana. La Liga Élite devolvió a Uribe a los grandes escenarios y poco a poco se ha metido en el corazón de los niños y los fanáticos. Sabe que será un reto ganarse a los fans que dejó hace 5 años, pero cada vez que las luces se apagan y suena la canción de La Quinta Estación dentro de la Arena México, la gente comienza a gritar: “¡Carístico, Carístico, Carístico!”


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UN LENTE CON MÁS DE 30 AÑOS DE EXPERIENCIA

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Por Karla Elvira Contreras Merino
Ciudad de México (Aunam). Francisco Mata Rosas fotógrafo y profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Cuajimalpa deja en manos de su ayudante la clase y sale del aula para el encuentro. Es una persona alta, mide aproximadamente 1.80 metros, su primera sonrisa revela lo alegre que es y desde los primeros minutos encarna amabilidad con un apretón de manos y un cordial saludo.


Uno de los exponentes más reconocidos de la fotografía contemporánea. Fue acreedor del Premio de Adquisición en la Bienal de Fotografía Mexicana (1988), Premio de Fomento y Conversión del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (1994 y 1999), entre otros.

En el momento del encuentro viste de manera casual, lleva puesto un pantalón de mezclilla con botas negras, y porta una chamarra gris marca The North Face, debajo un chaleco negro, que indican el cálido frío a las 10 de la mañana, cuando el sol apenas sirve para brindar calor.

Su cabello, combina tonalidades grises y blancas, mientras que los lentes que le decoran representan los más de 30 años de trabajo, esfuerzo, pasión y sacrificio por sus tres profesiones.

En su cubículo, la puerta de cristal está etiquetada con su nombre; es pequeño, casi como la mitad de un salón de clases pintado de color blanco, y por una ventana que se presenta al fondo, entran cálidos rayos de luz que lo hacen acogedor.

El espacio solo cuenta con un pequeño mueble, y una mesa de madera redonda con sillas color vino, en donde posteriormente nos situaremos; no hay mucha decoración más que un poster fotográfico de personas que nadan en un río y un despachador de agua.

En los primeros minutos el profesor comienza su relato. Recuerda cada momento como si hubiera sido ayer; su primer contacto con lo que después, se convertiría en uno de sus trabajos más reconocidos, la fotografía.
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-Mi contacto con la imagen fue siempre, porque mi papá es una aficionado a la fotografía avanzado, por ello, siempre tuvimos mucho contacto con la imagen. Él tenía un taller de ófset donde imprimía libros y postales, entre otras cosas.

Más allá de la fotografía

-Cuando decido estudiar comunicación y periodismo lo que me interesaba hacer era escribir. Pensé que iba a ser escritor, en particular me gustaba mucho la crónica, inclusive mi servicio social lo hice en una agencia como reportero y según mis profesores yo era muy bueno para escribir.

La fotografía formaba parte de su vida, pero no pensaba dedicarse profesionalmente a ella, quería irse por el lado de la escritura, pero finalmente ganó la foto.

-̶Siempre en mi ámbito familiar la imagen estuvo presente y eso me marcó muchísimo. Mientras estaba en la universidad era fotógrafo a mater, colaboraba o participaba en las actividades del Club Fotográfico de México. Uno de mis profesores de la universidad publicó por primera vez algunas de mis fotografías en el periódico Novedades, en un suplemento que había los fines de semana para jóvenes.

Después, mi primera exposición la tuve mientras yo estaba en el Club Fotográfico de México, para mí era como parte de algo que me gustaba mucho hacer pero que no era profesional.

Las fotografías de Francisco Mata Rosas comenzaron a publicarse de esa manera, y en el año de 1984-1985 que se funda el periódico La Jornada lo invitan a colaborar como freelance.

-Después viene el terremoto, en él que tenemos una participación muy activa; yo como freelance, y en el 86 que hay una escisión en el departamento de fotografía y los fotógrafos fundadores, se salen y me invitan a colaborar ya de fijo en el periódico.

En ese momento yo había ingresado a la misma UAM a dar clases, y mientras eso pasaba me metí al Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), porque quería estudiar cine, pero surge lo de La Jornada y tuve que dejar el estudio del cine y la Universidad para colaborar en el periódico. Ese momento me marcó porque a partir de ahí es que inicio mi carrera profesionalmente.

Con el paso del tiempo su trabajo fue publicado en varios de los principales periódicos y revistas de Estados Unidos, España, Canadá, Italia, Francia, Inglaterra y México. Sus fotografías, por otra parte, han sido expuestas en: México, Holanda, Alemania, Italia, España, Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Escocia, Japón, Argentina y Brasil, entre otros países.

-El cine siempre ha estado ahí. En todos mis proyectos como El Metro, Tepito, México Tenochtitlan, Cuba, incluyo multimedia, documentales cortos, video. Incluso, he pensado en hacer un doctorado en cine documental, después de muchos años. La imagen en movimiento, el cine, el lenguaje cinematográfico siempre han sido parte de mi carrera.

El camino y no el destino

-Mi mujer ha sido un gran pilar para llegar hasta donde estoy, sin duda, se llama Guadalupe Lara y es ahora la directora del Foto Museo Cuatro Caminos. Llevamos 30 años de casados y tenemos dos hijas. Me ha impulsado siempre, fue ella la que prácticamente me orilló a que renunciara a La Jornada y la que me ha apoyado en las publicaciones de mis libros. El gran, gran pilar en mi trabajo como fotógrafo ha sido ella, sin duda alguna.

Para quien tiene más de 30 años de carrera, 150 exposiciones individuales en 50 países y 9 libros publicados, las fotografías como tal, son algo vulnerable, pero el proceso de tomarlas es lo que para él ha representado siempre una posibilidad de conocer y experimentar.

-Yo soy fotógrafo por todo lo que tienes que hacer para tomar fotografías, a mí lo que realmente me interesa es viajar, conocer gente, tener experiencias nuevas siempre me da curiosidad qué pasa en la frontera, por ejemplo, siempre me mueve algo.

Los fotógrafos lo que buscamos son fotografías, pero el resultado, el tenerlas es algo muy vulnerable; hay veces que la película la cargas mal en la cámara, entonces el rollo nunca avanza y tu disparas y disparas y no tomaste nada, o regresas con tu tarjeta la metes a la computadora y está dañada, o simplemente estás mucho tiempo trabajando y regresas y ninguna imagen funciona para lo que estás haciendo.

En fin, es algo muy vulnerable, pero la experiencia, el hablar con la gente, escuchar sus historias, el verla a los ojos, caminar, conocer, todo eso no te lo quita nadie, por ello lo más importante para mí es el camino y no el destino.

Si utilizamos esa analogía para mí lo interesante o lo importante es todo lo que tengo que hacer para tomar fotografías y no éstas en sí. La fotografía debe seguir siendo para mí una posibilidad de conocer, de aprender, de tener experiencias y, sobre todo, de experimentar y probar cosas, cuando deje de ser eso me dedicaré a otra cosa, plomero, carpintero, chofer de UBER ̶ dice en tono cómico mientras se dibuja una sonrisa en su rostro y suelta pequeñas carcajadas ̶ .

No sé, lo que sea, pero tiene que ser divertido, estimulante intelectualmente y como experiencia de vida y tiene que motivarme mucha curiosidad, esas ganas de estar en movimiento es lo importante para mí.

Mictlán, una de cinco

Algunas publicaciones del ex fotoperiodista de La Jornada han sido: América Profunda (1992), Sábado de Gloria (1994), Litorales (2000), México Tenochtitlan (2005), Tepito ¡Bravo el Barrio! (2006), Arca de Noé (2009), Un Viaje. El metro de la ciudad de México (2011), entre otras más, las cuales dejan vislumbrar el trabajo profesional, esfuerzo, creatividad y estilo del fotógrafo.

-Todos mis proyectos para mi han sido importantes por distintas razones, tengo publicados once libros y todos han sido muy importantes. Me tardo mucho en ellos México Tenochtitlan fueron 15 años de trabajo, La Habana ha sido 10 años de trabajo, mientras que en la frontera han sido siete años, eso no quiere decir que empieza uno, termina y empiezo el otro, tengo proyectos simultáneos si no tendría 200 años ¿verdad? ̶ dice mientras alza las cejas, con los ojos bien abiertos y suelta pequeñas carcajadas ̶ .

Son proyectos simultáneos que están abiertos y entonces me voy moviendo de uno a otro, pero para mí todos han sido importantes todos me han dejado algo, ha habido muchos que en el camino no funcionan o no me siento satisfecho y los abandono a la mitad.

Por eso los que se conservan son importantes porque han resultado trascendentes para mí, los que no, quedan fuera. Todos mis proyectos me han marcado de alguna manera, pero hay fotografías en particular que se pueden mencionar, hay una que se llama Mictlán que es una calavera saliendo del metro.

Hace muchos años una fotógrafa muy importante que se llamó, porque ya falleció, Mariana Yampolsky una vez me dijo “Mira Francisco la memoria, nuestra memoria como humanos es muy corta y es muy difícil que nos acordemos de la obra de una persona”.

Los conocedores, los especialistas que se dedican a eso tienen la información, pero la gente se acuerda de una o dos cosas máximo, cinco cosas de alguien te acuerdas, entonces me dice: “nosotros como fotógrafos podemos tener todas las exposiciones y libros que queramos en nuestra vida, pero a final de tu carrera la gente te va a recordar por cinco imágenes, y tú ya tienes una que es esa, Mictlán saliendo del metro”.

Esa fotografía hasta la fecha es con la que muchísima gente me relaciona, inclusive esa imagen es más conocida que yo.

Me he encontrado en muchas ocasiones que en alguna proyección o en alguna charla la presento y me dicen ¿esa es tuya?, ¡la conozco hace años, pero no sabía que era tuya!, ̶ se expresa con la misma emoción de aquellas personas a las que da voz en ese momento ̶ , entonces esa fotografía como que ha tenido su vida propia, probablemente es la que más me represente.

Los Hobbies

Francisco Mata Rosas quien ha impartido diversos talleres, así como más de 100 conferencias sobre temas como la fotografía, la imagen, nuevas tecnologías, multimedia y posfotografía, en importantes festivales, museos e instituciones académicas de Estados Unidos, México, Inglaterra, Argentina, España y Brasil, entre otros, no tiene hobbies, pues éstos son para él parte de su trabajo, de sus actividades cotidianas.

-Tengo demasiado trabajo, prácticamente tengo cero tiempo libre pero la ventaja es que es mi hobbie, mi diversión y éste a la vez me estresa y me desestreza porque entonces, como tú lo sabes, soy fotógrafo, al igual que profesor en la universidad e investigador y constantemente tengo invitaciones a congresos a eventos a festivales, etc., me la paso viajando la mitad del año.

La verdad no tengo mucho tiempo, leo mucho, pero para mí leer no es un hobbie o un pasatiempo, para mi leer es parte de la información que debo de tener todo el tiempo, no solo para hacer mejor mi trabajo sino en mi carácter de docente.

Tengo que estar muy informado, y tener muy fresca los conceptos, yo jamás, espero ̶ en ese momento, golpea con la palma de su mano la mesa al ritmo que dice ̶ ¡toco madera! quiero ser un docente burócrata, yo cada trimestre mis programas de docencia los transformo por completo, porque no tiene sentido que dé como poner play la materia que di el trimestre pasado volverla a dar igual ¡que flojera! ̶ dice con un tono desanimado mientras niega con la cabeza ̶ .

O sea, mejor me dedico a tomar fotos, para qué pierdo el tiempo, para mi dar clase forma parte de mi proceso creativo e intelectual.

Leer, por ejemplo, escuchar música, que para algunas personas podría ser un hobbie para mi forma parte de mis insumos profesionales.

-¿A quiénes lee profesor?

-A muchísimos, fíjate que yo no tengo preferidos porque precisamente según los proyectos en los que este, el tipo de taller que vaya a impartir o la materia que vaya a dar en la universidad, me exige informarme de distintas maneras, por ejemplo, ahorita estoy muy enganchado con un autor que se llama Bauman, un filósofo que me encanta, ¡me encanta!, ̶ afirma con la cabeza de arriba abajo ̶ en cuanto a ensayo, leo mucho ensayo.

En literatura es muy variable depende lo que encuentre, o de repente suceden cosas extrañas que alguien me regala libros y a veces lo empiezo, no me gusta lo dejo, pero a veces me gusta, me atrapa y me sigo con él y a veces autores en los que yo no hubiera apostado ̶ hace una pausa de pocos segundos, al tiempo que lleva su puño derecho a la boca y mira la mesa para recordar; como si ahí estuviera escrito el nombre de quien va a enunciar y prosigue ̶ .

Acabo de terminar un libro de César Aira que es uno de mis autores favoritos, me gustó muchísimo, y después alguien me regalo un libro de Vargas Llosa que nunca ha sido un autor que me interese realmente, pero éste libro que se llama Las cinco esquinas es una novela que se sitúa en Perú y casualmente me lo regalo una sobrina una semana antes de que yo viajara ahí y lo leí durante el vuelo.

-Así me suceden cosas raras que de repente me llegan libros que yo no busco o autores que no sigo pero que por alguna circunstancia llegan a mis manos y funcionan y hay veces que no funcionan los dejo y los abandono, porque no tengo esa obsesión de que si empiezas un libro a fuerza tienes que terminarlo sino me atrapa, adiós.

-Tampoco tengo, por ejemplo, luego me preguntan o antes de que me vayas a preguntar, ̶ me dice mientras me mira a los ojos y me señala con su mano en señal de advertencia ̶ quienes son mis influencias como fotógrafo o qué autores como fotógrafo me gustan, pues todos y depende, hoy me gustan unos y mañana me gustan otros, la semana siguiente de seguro serán otros a veces regreso a los clásicos, no sé, no tengo o no soy como ortodoxo en ese sentido. Todo fluye.

Contar historias con las fotografías

-Tomar fotografías en la actualidad es exactamente igual que escribir, todos escribimos, todos leemos, pero eso no significa que todos podamos escribir Cien años de soledad, la lista del súper se escribe con las mismas reglas y con los mismos formatos que se escribe la novela.

Cuando nosotros aprendemos a escribir las reglas de ortografía, sintaxis, redacción y de conjugación de los verbos son las mismas reglas que aplican para hacer la lista del súper o para escribir poesía.

En el caso de la fotografía es igual, las mismas reglas para hacer una fotografía que es luz, captura, etc., sirven para tomarle una foto a tu espuma del capuchino y que la vean tus cinco amigos de Instagram o para hacer una historia trascendente equivalente a un cuento, una poesía o una novela.

El problema no está en la tecnología ni en el lenguaje, el problema está en tener algo qué decir. Si tú tienes algo que decir lo puedes hacer con papel, piedras, alambre, plastilina con un lápiz, una cámara de cine, una cámara de foto, al escribir, bailar, esculpir, actuar, hay mil maneras de decir las cosas.

Si no tienes nada que decir, aunque tengas todo el equipo, la tecnología, conozcas todo el software, la historia, si no tienes nada que decir no te sirve de nada. En qué radican las buenas historias, en qué radica que una fotografía nos transmita algo, en que quien la realizó tiene algo que decir.

La fotografía no es más que un vehículo para transmitir ideas, para dar puntos de vista. En la actualidad tenemos que entender que la fotografía es “esto es lo que yo pienso, esto es lo que yo vi, esto es lo que yo siento” y tu espectador, lector o consumidor de la imagen puede estar de acuerdo o no y darás tu propia interpretación.

En el siglo XX se interpretaba como código cerrado, la fotografía la entendíamos como “así fue, esto es, este es”, ahora no, ahora entendemos que solo es una opinión solo es un punto de vista, entonces un punto de vista es como ves, tu qué opinas de las cosas.

Si eso lo trasladamos a la escritura, pensemos en la prensa escrita, nosotros sabemos que es el punto de vista del columnista y hay a quien le creemos y a quien no le creemos hay con quien somos a fin y con quien no, exactamente eso pasa con la fotografía, para mí las historias, lo interesante de ellas, de las narrativas de la imagen es, lo que el autor quiere decir, expresar y como se lee.

La herramienta no es el problema, yo trabajo muchísimo con celular, muchos de mis trabajos son tomados con el celular, entonces la herramienta no es la cuestión.

“La línea” de Francisco Mata Rosas

-Por medio de la fotografía puedes expresar muchas cosas y algunas formas de expresión pueden ser inconformidad, denuncia, necesidad de cambio. Yo creo que la fotografía por sí sola no puede cambiar absolutamente nada, pero si nos puede mostrar que vale la pena pensar que algunas cosas deberían ser cambiadas. Nos permite intercambiar ideas, reflexionar sobre procesos sociales o situaciones concretas que valdría la pena fueran de otra manera.

A mí en general me han gustado siempre, las culturas marginales, periféricas, me parece que la clase media somos muy aburridos, que homogenizamos todo, todos vemos, escuchamos, compramos y comemos lo mismo.

Las ciudades cada vez se parecen más unas a otras, cada vez es más difícil distinguir esas diferencias, pero en los barrios o en las comunidades marginales si existe esa diferencia.

En los barrios y en las comunidades marginales existen inclusive actitudes que no existen en las culturas urbanas de clase media como solidaridad, tolerancia, inclusión, por eso me gusta trabajar con esos grupos, me gusta mucho la cultura popular urbana, los barrios, esa es la parte que más me interesa.

Eso extendido a otras formas de comunidades es, por ejemplo, estos sectores que he retratado mucho en mi trabajo en la frontera que son los deportados que vienen de distintas partes no solo del país sino de distintos países y forman comunidades. ¿Cómo funcionan esas comunidades? Es la parte que me interesa.

He tratado de salirme de ésta línea de trabajo, pero no puedo ̶ dice mientras niega con la cabeza y una sonrisa se dibuja en su rostro, lo que afirma el gusto, la pasión y lo encantado que ésta con ello ̶ , cuando me fui a Cuba quería fotografiar otra cosa y terminé fotografiando un barrio que es la Centro Habana, en mi libro de Tepito… en fin. Esa es mi línea, hasta ahora esa es mi línea, la cultura popular urbana y las pequeñas comunidades.




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EL ESCÁNDALO Y LAS NOTICIAS FALSAS, PROBLEMAS DEL PERIODISMO ACTUAL

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Por Diego Caso
Ciudad de México (AUNAM). Periodistas y académicos analizaron el impacto de las “noticias falsas” en los medios de comunicación, particularmente en la elección presidencial en Estados Unidos, durante la conferencia La comunicación políticamente incorrecta: ¿Llegó para quedarse?, organizada por estudiantes y profesores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.



En el auditorio Pablo González Casanova, Carlos Castañeda, consultor político de Zimat Consultores, hizo énfasis en la forma actual en la que se consumen y distribuyen las noticias, hecho que ha sido aprovechado por la comunicación políticamente incorrecta para su beneficio.

“Ahora, el nivel de la información está mediado por la pantalla por lo que le creemos más a la imagen que al texto. Si ustedes ven una fotografía en Facebook van a creer que es verdadera. Basta la pura imagen para tomar una decisión”, apuntó.

Durante su ponencia, Castañeda también señaló la manera en la que se observan las noticias hoy en día como uno de los problemas del periodismo, pues “lo que el público percibe es lo que es. La comunicación no trabaja con la realidad, sino con percepciones”.

Al respecto de la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, el consultor político no dudó en señalar como el escándalo se convirtió en una herramienta que el entonces candidato republicano supo manejar a su favor.

“El escándalo se trata de dañar la credibilidad de alguien, y de eso se trata la comunicación en nuestra época. Ya no se trata de una batalla ideológica, sino de una batalla por la confianza del público”, mencionó.

En este sentido Susana Sáenz, conductora de El Financiero Bloomberg y que cubrió la campaña de Hillary Clinton para dicho medio, coincidió con Castañeda y agregó que el resultado de la elección presidencial en la nación norteamericana muestra un cambio en los gustos de la audiencia.

“Yo sí creo que el morbo, de cierta manera, hizo ganar a Trump porque le generó mucha publicidad. También se debe analizar el hecho de que las encuestas se equivocaron y que la comunicación políticamente correcta ya no atrae a la gente, el público está cansado de ver lo mismo”, complementó.

Como reflejo de este cambio Ricardo López, colaborador de Grupo Radio Fórmula, resaltó que las noticias falsas han ido ganando terreno en el periodismo, así como el empleo poco ético que ciertos medios le han dado.

“Eso es lo importante con las noticias falsas, son historias presentadas con la intención de engañar al público. En la época de la preverdad, este tipo de notas perdía credibilidad, pero ahora no importa si la historia es cierta o no: sólo importa cómo se siente el público al respecto”, explicó.

Del mismo modo, López señaló el peligroso papel de las redes sociales en la desinformación de las personas debido a factores como la preferencia a cierto tipo de textos o el algoritmo utilizado por Facebook para determinar qué noticias pueden ser interesantes para un usuario en específico.

“Nosotros podemos crear nuestra propia burbuja y validar lo que creemos porque sólo estamos leyendo y consumiendo información que está de acuerdo con nosotros”, subrayó.

Por su parte Alberto Aguirre, del periódico El Economista, destacó lo preocupante que es el número de noticias falsas que se dan por verdaderas pues fomentan el amarillismo en la labor informativa de los medios.

“El amarillismo es sinónimo de chisme, de coberturas dudosas o sesgadas, por lo que el éxito de este tipo de publicaciones es un doloroso recordatorio de que la popularidad y la credibilidad no necesariamente van de la mano, en especial dentro de la era del internet”, expresó.

Para el columnista, la audiencia de los medios de comunicación –“los que están al otro lado de la pantalla, del micrófono o del periódico”– deben participar más en la tarea de discernir entre las noticias falsas y el periodismo real.

En la ponencia final del evento Hugo Garciamarín, catedrático de la FCPyS, argumentó que la popularidad de la comunicación políticamente incorrecta constituye parte de un rechazo que crece cada vez más hacia la globalización y el neoliberalismo.

“Lo políticamente incorrecto aparece como una necesidad de desplazar a las élites. Esto puede ocurrir debido a que lo correcto está asociado con la desigualdad; si lo tradicionalmente correcto se caracteriza por la corrupción, las políticas precarizadoras y la poca representación, entonces lo irreverente pasa a ser una forma de rebelarse contra lo injusto”, apuntó.

Desde su perspectiva, Garciamarín encuadró el origen del fenómeno de Donald Trump dentro de este cambio social que ya se ha manifestado en otros hechos a lo largo del año pasado, como por ejemplo con la salida de la Gran Bretaña de la Unión Europea.

“Existen políticas que, en nombre de lo correcto, han violentado ciertas particularidades. Ante esto, la respuesta parece ser igual de violenta, brutal. Donald Trump es lo que sucede cuando creemos que las ideologías no existen”, finalizó.


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EN EL COSMOS DE JULIETA FIERRO

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Por Luis Alfonso Tovar Franco
Ciudad de México (Aunam). Con una sonrisa de oreja a oreja, Julieta Fierro abre las puertas de su hogar. Me recibe en su departamento, el 504, para charlar sobre temas que van más allá de las estrellas y el universo; no se escucha un solo ruido en el aire, la tranquilidad reina entre los edificios color salmón.


El añil predomina en la habitación principal: en la alfombra, los cojines, las lámparas, encima de todas las mesitas de la sala, en los adornos y las cajas de cerámica que guardan chocolates para sus invitados; incluso lo lleva en su blusa, el suéter y el pantalón. El azul parece ser uno de sus colores favoritos, después de todo su objeto de estudio y mayor pasión es el firmamento.

Tomo asiento mientras se alista para comenzar la entrevista. Se acomoda enfrente de mí, en lo que parece ser una antigua mecedora de madera. Detrás de ella se encuentra un gran ventanal que deja entrar la luz del sol.

Se nota un poco nerviosa, pero calmada a la vez, una combinación muy rara, como si quisiera que el diálogo comenzara, pero al mismo tiempo que terminara al instante. Finalmente, la gran astrónoma mexicana Julieta Fierro se encuentra preparada para iniciar con la conversación.

Cuando la fama y la familia no se llevan

La relación de Julieta Fierro con su familia ha sido, por así decirlo, particular. Su madre falleció cuando ella apenas tenía 13 años y su padre tenía la idea de que las mujeres debían dedicarse al hogar. Basta decir que la astrónoma no siguió ese camino, decisión que marcó su relación con su hermana mayor.

“De mis hermanos, mi hermana mayor siempre tuvo mucho resentimiento, porque ella era la lista y la bonita y la que hizo todo lo que había que hacer en la vida; en cambio yo siempre he hecho lo que se me ha dado la gana. Para ella fue muy doloroso ver como yo triunfaba”, explica.

La relación con el resto de sus hermanos tampoco ha sido fácil.

“Yo creo que mis hermanos tienen sentimientos encontrados, de gusto, pero también de celos, porque en realidad la tonta de la familia soy yo. No ha sido fácil para la familia cercana”, detalla.

Ese complicado vínculo entre el prestigio de su trabajo y sus hermanos terminó por verse reflejado en la forma en la que sus hijos han elegido abordar la fama de la doctora.

“Mis hijos, Agustín, y Luis, creo que hubo diferentes épocas, pero ahorita ellos prefieren que nuestra relación sea al margen de la fama”, –se queda callada por un instante y el silencio inunda la habitación–, “no debe de ser fácil”, afirma con cierta tristeza en el tono de su voz.

Su carrera llena de logros y éxitos había sido un tema que la divulgadora de la ciencia solía compartir de inmediato con sus seres cercanos, pero que en años recientes ha preferido mantenerlo para sí misma.

“Antes le avisaba a la familia cada vez que me daban un premio, pero ahora ya no porque ellos sentían que sólo hablaban de mi, y yo pensé que les daba gusto, pero ya en los últimos años nunca tocamos ese tema”, comenta alegremente mientras las comisuras de su boca se elevan hacia sus ojos.

Entre 2003 y 2004, la doctora recibió la Medalla al Mérito Ciudadano de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal, el premio a Mujeres Sabias de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística así como la Medalla Benito Juárez y la Presea Mont Blanc.

“¿Qué curioso es verdad?, Yo creo que es difícil aceptar el éxito de otro, sobre todo cuando el otro no es como uno esperaría. Yo no tengo una casa lujosa, soy más bien una gente, soy una persona honesta. No sé, se vuelve uno una persona sola”, suelta una risa nerviosa al momento de pronunciar esa última frase.

A pesar de los temas tan íntimos que comparte, la doctora Fierro no deja de esbozar una sonrisa al finalizar cada una de sus respuestas. Las perlas en su boca hacen juego con las de su cuello y su muñeca.

Su lacia y castaña cabellera cae sobre sus hombros y oculta sus orejas. Las paredes y los sillones blancos en la sala se asemejan a las nubes y funcionan en armonía con las tonalidades celestes y hacen recordar el cielo, lugar en el que la mayoría de sus investigaciones se han centrado.

La pálida, pero vivaz mujer de 68 años toma una pequeña pausa antes de continuar con la entrevista, respira un poco y vuelve a acomodarse en su asiento.

Física, astronomía y tarántulas

La inquietud de Julieta Fierro por la ciencia se manifestó desde el colegio francés donde estudió la primaria, época en la que la hoy profesora de la Facultad de Ciencias de la UNAM ya se destacaba en cálculo –“siempre sacaba cero en francés, pero 10 en matemáticas”–. Sin embargo, fue después de la muerte de su madre cuando la física se cruzó en su camino.

“La cosa es que mi mamá murió cuando yo tenía 13 años y mi hermana, la grande, me dijo ‘tú eres tontita, ¿mejor por qué no estudias física?’ porque en esa época había una cosa llamada técnico en física y podíamos ser maestros de física. Como queríamos escapar de la casa, me metí a física, a los 15 años”, exclama con asombro y en su frente se marcan las líneas de la experiencia.

“¡Pero no me gustaba la física! Recuerdo que había un anuncio que decía carrera de astrónomo y entonces dije ‘eso ha de estar padre’, ni siquiera se me había ocurrido que podía existir eso, y era un error, no había la carrera, pero había materias optativas de astronomía”, recuerda.

La doctora comenta que en esa época tuvo a dos maestros fantásticos: Manuel Peimbert, con el que trabaja hasta la fecha, y Eduardo Schmitter, de quién recuerda lo peculiar de sus clases.

“Éramos muy poquitos alumnos en esa materia, sólo la llevábamos tres personas, y aparte era en la noche en la oficina de Schmitter. ¡Tenía tarántulas vivas sueltas! Estábamos tomando la clase y veíamos a las tarántulas pasar por el techo”, comenta entre risas.

Al final, la tenacidad de la doctora Fierro se hizo presente, pues ella fue la única alumna que no abandonó la clase, característica que sigue presente en su trabajo de hoy en día.

Las revoluciones en la vida de Julieta Fierro

La astrónoma Fierro empezaba la segunda década de su vida cuando el movimiento estudiantil de 1968 llegó. Desde su punto de vista, cuando se dan revoluciones de ese tipo, la gente piensa que se trata de defender sus ideales, “cada quién cree que es su batalla. Obviamente, yo pensé que era mi lucha, mi derecho de irme de mi casa y trabajar”.

Como parte de ese ideal, durante esa época la profesora Fierro trabajó como intérprete simultánea, gracias a su dominio del inglés y francés, legado de su ascendencia norteamericana (por parte de su madre) y su paso por el colegio francés.

El hecho de estudiar y trabajar al mismo tiempo formaba parte también de otro tipo de movimiento latente durante esos años, uno que terminaría por tener un efecto colateral no tan benéfico para una gran parte de la población de nuestro país.


“Hubo también un movimiento feminista en esa época, un movimiento de la liberación de la mujer, el cual fue un error en el siguiente sentido: nosotras quisimos demostrar que éramos tan buenas como lo eran los hombres, pero lo que sucedió es que como más mujeres querían trabajar, bajaron los salarios, y ahora tienen que trabajar el hombre y la mujer”, aclara.

Esta situación debe vivir un cambio nuevo, desde el punto de vista de la doctora, pues una distribución pertinente de salarios más justos generará más bienestar para un mayor número de personas.

Sobre los movimientos sociales que se suscitan con más fuerza hoy en día, la profesora opina que el camino por recorrer.

“Creo que todavía hay mucho que hacer pues todavía existe cierto prejuicio, muchas violaciones hacia las mujeres, mucho maltrato familiar; todos esos problemas son algo por lo que hay que lucha”, apunta.

Pero la astrónoma Fierro mantiene una causa particular dentro de su agenda personal de pendientes: la pelea por el derecho a una muerte digna.

“Como ya soy mayor, mi lucha personal es por una muerte digna. Que nosotros, los viejitos, en lugar de estar abandonados, descuidados y sufriendo podamos decidir cuándo nos queremos morir, podamos dejar nuestros papeles en orden y despedirnos de nuestros seres queridos y digamos ‘hasta aquí’, y nos podamos morir en paz, sin dar molestia”, comenta con suavidad.

Poco a poco, las paredes se tornan grises, el sol comienza a descender y la silueta de la doctora empieza a ser difícil de distinguir. Lentamente, las luces de la sala comienzan a hacer su trabajo. Parece que se encienden por sí solas, pero en realidad es el crepúsculo, que llega e invade cada rincón del departamento.

El helio del origen del universo, su mayor descubrimiento

La doctora Julieta Norma Fierro Gossman es investigadora titular de tiempo completo del Instituto de Astronomía de la UNAM y profesora de la Facultad de Ciencias de la misma institución por más de 40 años.

El área de trabajo de la astrónoma ha sido la materia interestelar y sus trabajos más recientes se refirieron al Sistema Solar. Fue presidenta de la Comisión 46, dedicada a la Enseñanza de la Astronomía, en la Unión Astronómica Internacional y presidenta de la Academia Mexicana de Profesores de Ciencias Naturales.

Durante tan larga trayectoria, existe un logro dentro del campo de la física que la doctora no duda en subrayar. Mientras relata este éxito, sus delgadas manos ilustran y narran una historia que parece salida de un libro de ciencia ficción.

“Existen galaxias que son conglomerados de cien mil millones de estrellas y las estrellas fabrican los nuevos elementos químicos. En la parte de adentro de las sistemas se encuentran más estrellas que en la orilla, entonces en los núcleos de las galaxias va a haber más oxígeno, y entre más te vayas a la orilla habrá menos hasta que ya no haya porque no hay estrellas que lo produzcan”, describe.

“Tú mides tanto la cantidad de oxígeno como de helio. Entonces, cuando la cantidad de oxígeno llega a cero, la cantidad de helio restante es el helio con el que se hizo el universo, ese helio que se hizo durante los primeros cuatro minutos después de la gran explosión. Yo he medido con cuánto helio se formó la galaxia”, afirma orgullosa mientras dibuja figuras en el aire simulando todo el proceso.

“Nunca me han querido decir porque me premian tanto”

El trabajo y la dedicación de la doctora Julieta Fierro, a lo largo de su trayectoria, se reflejan en la cantidad de premios que ha recibido. Sin embargo, ella misma confiesa desconocer el porqué estos reconocimientos. Esa causa aún la sigue eludiendo.

“Siempre me siento muy sorprendida, y he preguntado por qué me premian, sobre todo en los premios internacionales, porque a mí me gustaría saber el porqué, qué hace una para que la reconozcan tanto, pero nunca me han querido decir. Como por ejemplo, con este premio tan importante en París me dijeron ‘no pues es que ha hecho tanto’ y ya”, detalla como si le estuvieran entregando un premio.

“Sí sería padre saber exactamente qué están premiando, para irte por ahí, por esa línea de trabajo y seguir trabajando ahí, escribir más sobre eso, pero nunca me han dicho, sí me gustaría saber”, explica.

Dentro de sus suposiciones, la astrónoma cree que las razones detrás de dichos galardones son su amplío currículum y el hecho de ser mujer. Aún sin tener el claro el porqué, Fierro ha aprendido a disfrutar cuando un nuevo premio llega a casa.

“¡Es padrísimo y muy emocionante! Tengo un colega, muy inteligente y muy famoso, que siempre me decía ‘¡Ay mira acéptalos! ¡No hay ningún premio malo! El que sea, acéptalo y disfrútalo’ me decía”, comenta con una sonrisa en su rostro.

A pesar de no saber las razones exactas por la que ha sido galardonada, la doctora ha recibido, a lo largo de su carrera, más de 15 premios y reconocimientos a nivel mundial. Entre ellos destacan: el premio Kalinga de la UNESCO en París en 1995, la Medalla de Oro Primo Rovis del Centro de Astrofísica Teórica de Trieste en 1996, y el Premio Klumpke-Roberts de la Sociedad Astronómica del Pacífico en los EUA.

Dentro de los premios nacionales, en 2004 fue reconocida con la medalla Benito Juárez como Mujer del año, en 2007 recibió la Medalla de Oro de la Universidad Latinoamericana en Puebla, en 2009 llegaron el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, otorgado por la UNAM, y un Doctorado Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Morelia. Durante 2010 recibió la presea Sebastián y un homenaje del Liceo Franco Mexicano. En 2011 fue acreedora de las medallas Sociedad Astronómica de México y Vasco de Quiroga.

Han pasado cerca de 60 minutos y la conversación no se detiene. La noche ha caído al igual que la temperatura. Sin embargo, las luces de las lámparas abrigan la habitación y por fin permiten observar con lujo de detalle las facciones de la doctora. Las arrugas que reflejan sabiduría se contemplan con mayor definición.

Sofía Luna: Agente Especial

Un logro más dentro de la extensa carrera de la reconocida astrónoma fue el haber participado en un programa de televisión para Canal Once, Sofía Luna: Agente Especial, una experiencia que la doctora Fierro disfrutó al máximo.

“Fue una experiencia fantástica. Hace como dos años, la directora del Canal Once me dijo ‘oye haz un programa así, como el del mundo de Beakman’ y yo le dije que ya estaba muy vieja, que ya no tenía la energía y se necesitaba un staff enorme, pero ella me puso el staff”, aclara.

El puesto que ocupó la profesora Fierro dentro de este proyecto infantil fue el de asesora científica para las historias. “Yo sólo chequé que la ciencia estuviera bien, así que no fue un trabajo tremendo porque no tuve que escribir guiones, proponer ideas e inventar personajes”.

La experiencia de trabajar en televisión resultó gratificante y le permitió conocer, de primera mano, cómo es ahora la vida tras bambalinas.

“Tenía dos vestuaristas que me planchaban y me ponían la ropa, me maquillaban, y luego llegaba el productor y me decía exactamente todo lo que tenía que decir. Antes de cada sesión, venía y me decía cómo quería que lo hiciera. Aparte me ponían un telepromter para leer. Lo que más trabajo me costó fue la cantada. Yo estaba así de ‘¡Olvídenlo! ¡Puedo bailar si quieren, pero no cantar!’, pero me insistieron mucho así que tuve que hacerlo”, recuerda.

Entre anécdotas y risas, la astrofísica comparte sus ganas de querer hacer un programa parecido a Sofía Luna: Agente Especial, pero con una ingeniera como protagonista. Posteriormente, relata su experiencia en general dentro de los medios de comunicación.

“Empecé a hacer televisión hace tantos años –más de 1500 programas hasta la fecha–, pero cuando era niña nunca me imaginé estar ahí”, menciona mientras sonríe al ver la expresión en mi rostro al escuchar esa cifra, “y he participado en 1700 programas de radio o algo así”.

El tiempo sigue transcurriendo y las ramas de los árboles en la ventana que cuida la espalda de la doctora Fierro ya no se ven más. Se ocultan en la obscuridad de la noche, señal de que la entrevista se acerca a su fin.

“Una persona muy afortunada”

En la lista de pendientes de Julieta Fierro aún quedan asuntos sin tachar. Uno de ellos es el de convivir más con sus dos nietos, aunque esto actualmente es difícil pues ambos viven en Estados Unidos. Otro pendiente es la jubilación.

“Estoy esperando a jubilarme. Cuando lo haga, quiero tomar un buen curso de cómo hacer comunicación con los métodos modernos y el internet, porque mis otros hobbies no los terminé. Una vez dije ‘voy a hacer jardinería’, entonces empecé a arreglar los jardines del hall y el condominio, pero me fastidié. Luego pensé ‘voy a aprender a tocar el piano’, me metí a clases y pues fue una nulidad total”, ríe al aceptar que sus hobbies anteriores no resultaron del todo exitosos.

Finalmente, la profesora Julieta Fierro hace un balance de cómo ve tanto su presente como su futuro.

“Pues soy una persona enferma, tengo dos enfermedades difíciles: una se llama maniaco depresión y otra es el síndrome de ansiedad generalizada, dos enfermedades neurológicas, y esa persona, Julieta, no puede tomar medicamentos porque le dan alergia, y si los toma, se acelera demasiado, entonces tiene que estar siempre muy controlada”.

“La veo como una mujer que ya debería de jubilarse. El otro día un taxista le gritó ‘¡Usted ya váyase a un asilo!’, y Julieta pensó ‘pues sí, tienes razón’, pero Julieta tiene que esperar unos años, porque para poderse jubilar debe de cumplir 70 años, y todavía le falta un rato”, relata.

“Pero creo que, a pesar de tener estas enfermedades, Julieta ha buscado ayuda, y trata de ser una buena persona, y que toda la gente que esté a su alrededor esté bien, que sus amigos estén bien, que su familia esté bien, porque ella sabe que es muy afortunada y que la vida le ha dado muchísimo más que a casi cualquier persona de la humanidad”, baja la voz mientras esboza una pequeña sonrisa.

Al concluir, le agradezco por haberme recibido en su casa. “Gracias a ti, y llévate unos chocolates para que recuerdes ¡que la ciencia es dulce!”, expresa alegremente y me acompaña a la salida de su departamento.

Numerosas plantas cuelgan por toda su casa. Los cuadros con fotografías de sus hijos y familiares, al igual que las pinturas que ha adquirido en diferentes estados del país, adornan las grisáceas paredes. Los libros en el estante de su oficina enriquecen la imagen intelectual de la doctora.

El departamento 504 finalmente cierra sus puertas, no sin antes haber compartido los secretos de la doctora, mujer y estrella, la profesora Julieta Norma Fierro Grossman.

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HÉCTOR GONZÁLEZ VILLALBA: ENTRE ESTAMPILLAS Y BALONES

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Por Zurisaddai González González
Ciudad de México (Aunam). Los estadios deportivos son como la extensión de su hogar; los gritos de los aficionados siguen impregnados en su piel. No sólo ve a los deportistas en acción, sino que vive con ellos cada paso que recorren en la cancha. Cinco segundos de nerviosismo y todos los asistentes guardan silencio; él se queda quieto, la respiración se torna lenta y luego las voces se alzan al unísono exclamando: ¡GOOOOOOL!


No obstante, la verdadera acción llega después, cuando tras subir al quinto piso del edificio de Milenio, Héctor González Villalba comienza a redactar en su computadora los sucesos del partido. En un pequeño cubículo situado cerca de la ventana, los dibujos de su hija de seis años sirven como inspiración para que el periodista haga que los deportes cobren vida a través de sus palabras.

Los murmullos del piso se combinan con el sonido de los dedos que, velozmente, oprimen las teclas de las computadoras. Permean todo el ambiente y agregan un toque de caos al lugar, por lo que es difícil llevar a cabo una charla serena. Se vuelve imprescindible salir de ahí para la entrevista.

Mientras se abandona el lugar, el periodista comienza a presentar el edificio como lo haría cualquier madre al presumir orgullosa a su hijo. “Milenio empezó como una revista, la cual desapareció después de un tiempo para darle paso al periódico. Ahora no sólo tenemos eso, sino que también contamos con contenido televisivo, radiofónico e incluso en internet”, indica un poco distraído.

Atraviesa la cafetería mientras saluda a unos compañeros de la oficina. Después entra a un cuarto donde tres personas trabajan frente a sus computadoras. “El de en medio está editando unas partes del partido para el programa de la noche. Cada uno tiene una función importante, ya que aquí se lleva a cabo la preproducción y posproducción”, dice mientras se despide con la mano.

El recorrido continúa y tras subir unas escaleras se contempla el corazón de la empresa: la sección del periódico impreso. El lugar late con un ritmo estable, como el de un atleta que ya conoce sus movimientos y el de sus rivales. Por otro lado, aparecen las pequeñas cabinas de radio que esperan ansiosas a los locutores que calienten los micrófonos con sus palabras.

Tras varios pasillos se vislumbra el set de filmación, lugar donde el programa Los rostros de la Afición se transmite todos los días a las 22:30 horas. Afuera del estudio, un grupo de personas siguen en lo suyo: hacen gráficos y seleccionan la información que los noticieros utilizaran durante todo el día. En todo momento, el tiempo parece un espejismo que se fuga sin decir más.

González decide salir una vez más y se dirige a un lugar donde los tonos grises y rojos se adueñan de las paredes. Fotografías de ataúdes de Pedro Armendáriz, Frida Khalo, Pedro Infante entre otros se encuentran ahí, recordándole a la persona que los note el inapelable futuro de todo ser humano. Al entrar por la puerta que está en medio de los retratos, aparece una recóndita cafetería.

El entrevistado escoge una mesa blanca de plástico para empezar la charla. Mientras recarga los codos sobre la superficie, el periodista comienza a recordar como su interés por los medios de comunicación ya corría por sus venas desde que era apenas un niño.

El deporte, presente desde su niñez

“¿Sabes? La realidad es que, desde que tengo uso de razón, quizá desde los seis años ya jugaba a ser editor de periódico. En ese entonces, recuerdo muy bien que habían unas estampillas coleccionables de los Muppet Babies. Yo pretendía que esas estampas eran fotografías y las ponía en hojas blancas, que a su vez apilaba para darles forma de periódico”, relata nostálgicamente.

Sus recuerdos de la infancia comienzan a brotar. González Villalba nació en Pinotepa Nacional, Oaxaca. De ojos pequeños, moreno y cabello negro, el periodista siempre fue muy cercano a los deportes, especialmente al fútbol y el atletismo. A los diez años vivía en Puebla y ya participaba en las competencias estatales de salto de altura, salto de longitud y relevos 4x100.

Durante su niñez, el entrevistado tuvo la suerte de contar con una maestra de atletismo que lo motivaba, en cada entrenamiento, para convertirse en un atleta de alto rendimiento. Por eso, desde esa edad, González Villalba veía su vida dedicada al deporte.

Sin embargo, la separación de sus padres llegó y el periodista se vio en la necesidad de regresar a Oaxaca con su papá, mientras que sus hermanos se quedaron en Puebla con su madre, situación que afectó su desarrollo deportivo.

“De estado a estado hubo un gran cambio, puesto que se debe tomar en cuenta que hay unas entidades más desarrolladas en ciertas áreas que otras. Entonces, tras las circunstancias de la vida que me llevaron a Oaxaca, perdí todo ese seguimiento que llevaba y lo único que había por hacer era dedicarse al estudio”, recuerda.

Decisiones difíciles, recompensas satisfactorias

La vida, algunas veces, da giros radicales, y fue eso lo que sucedió con Héctor González. Después del bachillerato, su padre le insistió en que la mejor opción era estudiar Contaduría, pero el muchacho que jugaba a ser periodista tuvo la oportunidad de presentar el examen de admisión en la UNAM. La fortuna le sonrió y obtuvo su lugar para estudiar la carrera de Ciencias de la Comunicación y Periodismo. Su sueño apenas empezaba.

El entrevistado vivió sólo en una pensión, donde estuvo tres años. A veces no comía en ese lugar porque los alimentos se daban en horas muy específicas; si no se llegaba a tiempo, el estómago se quedaba vacío.

En su época de estudiante, las clases en su facultad formaban parte de un tronco común con otras carreras. Así fue como conoció a una estudiante de Relaciones Internacionales llamada Brenda García Reséndiz, que más tarde se convertiría en su actual esposa.

Al entrar a la UNAM, González Villalba no se olvidó de sus pasiones deportivas y se inscribió a la selección de fútbol soccer. Sin embargo, en ese momento de su vida el entrevistado tuvo que sopesar y decidir cuál de las dos actividades merecía su esfuerzo completo.
“Decidí terminar la carrera porque era para lo que me habían apoyado mis padres. También me puse a pensar que el seguir la aventura del fútbol conllevaba el riesgo de que, antes de alcanzar una instancia más confortable, te rompieras una rodilla en un instante y ahí se acabara todo”, comenta.

Otro motivo para abandonar su sueño de futbolista fue el darse cuenta que su edad jugaría en su contra a la hora de buscar una oportunidad en algún equipo.

“Tenía presente que al salir de la universidad, con 22 o 23 años, ya estaría pensando en otras cosas, como el buscar un trabajo para pagar la renta y promoverme porque, en este medio, los sueldos al inicio no son muy favorecedores”, explica con un tono más serio y pensativo.

Héctor González empezó a adelantar materias de la carrera porque creyó que si se titulaba antes que sus compañeros conseguiría un empleo más rápido. El también conductor llegó así a Radio UNAM, sitio en el que realizó su servicio social y fomentó su forma de trabajar.
“Estuve en el área de producción cultural y fue una experiencia estupenda, te nutre mucho. Era un ambiente extraordinario, un oasis en su materia porque te permitían ser creativo y eso no sucede en muchos lados”, recuerda.

Pagar el derecho de piso

La plática se intensifica tanto como la lluvia que comienza a hacerse presente detrás de las grandes ventanas del lugar. El ambiente se enfría y el periodista deportivo comienza a perderse de nuevo en sus recuerdos.

Después de su estancia en Radio UNAM, el entrevistado pasó a las filas del periódico Excélsior, en donde laboró en el área de tecnología. Durante su estancia, González Villalba aprendió el significado de “ganarse el pan”, aunque también pudo asistir a cócteles y eventos importantes. En uno de ellos conocería a Carlos Trápaga Barrientos, director del periódico deportivo Esto y su futuro jefe.

“Él me invitó a escribir sobre deportes, algo de lo que yo siempre quise hablar. Lo que no me esperaba fue que no tuve pase directo para entrar a la redacción. Cuando llegué a presentar mis documentos pensé que la referencia del director era una muy buena, pero no. Estuve dos meses en el área de facturación rascando cuentas, archivos y notas sobre clientes que no pagaban”, relata.

El entrevistado ganaba alrededor de 46 pesos diarios por realizar todas esas tareas, hasta que un día uno de los subdirectores llegó con su jefe. En ese momento, su vida vivió otro giro afortunado.

“Recuerdo que cuchicheaban y todo el mundo los veía. En eso, me mandó a hablar con el dedo índice y me dijo que iría a la redacción de deportes. Había terminado mi sufrimiento, había pagado mi derecho de piso”, explica.

A partir de ese momento, González Villalba reconoce que sucedieron solamente cosas buenas. Su primer viaje como profesional fue a los seis meses y firmó contrato medio año después. Con una sonrisa, menciona que los periodistas de aquella generación “te hacían ver tus errores de una manera muy agria, pero que al final te servía”.

Su vida pronto se llenó de juegos de la selección nacional, partidos de las eliminatorias mundialistas, torneos internacionales de clubes, de la liga mexicana, Juegos Olímpicos, etc. Su trabajo como corresponsal en el extranjero también le permitió vivir, en persona, sucesos como el intento de golpe de Estado en Venezuela contra Hugo Chávez en 2002.

No obstante, llegó un momento en el que el entrevistado quiso cambiar de aires, por lo que en 2005 llegó a Milenio. “Aquí en Milenio fui durante dos años y medio el enviado para cubrir el papel de los clubes mexicanos en la Copa Libertadores. Me la pasé en casi todos los países de Sudamérica”, cuenta.

Todos los días se puede conocer a alguien diferente, por lo que Héctor González no sólo ha limitado su trabajo a jugadores profesionales o atletas reconocidos, sino que también se ha acercado a la gente común, a las diferentes realidades sociales que a final de cuentas también son gajes del oficio.

“No hay nada mejor que trabajar en lo que uno quiere”

Gracias a su trabajo, el entrevistado ha logrado tener una visión más clara del deporte en México, por lo que no duda en criticar el hecho de que nuestro país siga sin explotar su verdadero potencial en este campo.

“México tiene una infraestructura deportiva increíble. Entonces, ¿cómo es posible que no puedan salir 50 pelados de altísimo rendimiento y mantenerse en un estándar excelso? Aquí lo vemos todo a corto plazo, desde el gobierno hasta los deportes. Queremos resultados inmediatos en vez de apostar por los años de maduración de la gente y de los proyectos”, subraya.

Para Héctor González, los deportistas son un gran ejemplo para la sociedad. Por ello, su objetivo como periodista es motivar a aquellas personas que practican cualquier deporte a través de su trabajo y también darle a los atletas el reconocimiento merecido para que sigan haciéndolo bien y cumplan sus metas, algo que el entrevistado no duda en recordar.

“Lo importante es que cumples un sueño, estudias lo que quieres y no hay nada mejor en esta vida que trabajar en lo que uno quiere y haber estudiado lo que quisiste y no lo que las circunstancias te arrojaron casi por desecho”, concluye con un discreto suspiro.

La lluvia del exterior persiste hasta el último momento y el reloj indica que el entrevistado debe irse ya. A pesar de los años que lleva transmitiendo a las personas su legítimo amor por los deportes, la chispa que sentía cuando participaba en las competencias de atletismo en Puebla o en los duros entrenamientos de futbol en Ciudad Universitaria, siguen presentes en su mirada. Así, cada noche en la televisión no sólo aparece un periodista que habla de lo que le gusta, sino alguien que lo respira, lo vive, lo es.

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LUISA FERNANDA RICO MANSARD: LA MUJER DETRÁS DE LOS MUSEOS

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Por Francisco Javier Navarro Alvarado
Ciudad de México (Aunam). Se pensaría que el primer contacto con una investigadora como la doctora Luisa Fernanda Rico Mansard sería un tanto frío. Sin embargo, es todo lo contrario: su bienvenida, al igual que el tiempo, es cálida como la primavera; nuestro encuentro, más parecido al que se da entre dos viejos amigos.


El preámbulo de la conversación incluye una fiesta, pues resulta que una colaboradora de la entrevistada, Silvana Arago, cumple años. Al momento de llegar a las oficinas de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGFC), el festejo está a punto de terminar.

“Hola, pasa, pasa, pensé que no vendrías. Ya no llegaste al pastel, es el cumpleaños de Silvana. Pero hay dulces y bocadillos, si quieres agarra uno”.

Uno esperaría que las oficinas de la investigadora, ubicadas en Universum, están ocupadas por personas serias y acartonadas. Sin embargo, es todo lo contrario: en el ambiente se respira un aire jovial, lleno de alegría y mucha festividad.

“¿No hay mucho ruido? Deja los voy a silenciar ¡Chicos, por favor, tantito silencio!”, expresa a sus jóvenes ayudantes mientras ellos empiezan a retomar sus actividades laborales. Agradecí la ayuda y comenzamos a dialogar.

Entrar al mundo de los museos por accidente

El asiento donde se acomoda la investigadora parece verdaderamente cómodo, luce confiada y segura de responder todo cuestionamiento. Me mira, con una sonrisa más bien comprensiva, mientras yo, un tanto nervioso, me decidía a comenzar la conversación.

El encuentro dio inicio. A decir verdad por su amplia trayectoria en la investigación Rico Mansard se muestra humilde y sencilla, y con esa actitud responde por qué decidió enfocarse en el estudio de los museos.

“Entré al mundo de los museos por accidente: mi director de tesis de licenciatura, el doctor Juan Ortega Medina, me pidió que trabajara en una exposición que se llamó La historia del derecho en México, organizada por el Centro de Investigación y Servicios Museológicos (CISM). Terminando la licenciatura y el examen profesional, entré inmediatamente ahí para hacer ese trabajo”, relata.

La doctora en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recuerda su trayectoria con dicha y cierto tono nostálgico; se ve, por sus facciones, que le cuesta trabajo recordar su incursión en el mundo de los museos

“Mi tesis fue La idea de la historia en José María Roa Bárcenas. Fue un trabajo de análisis periodístico. Lo hice en la Hemeroteca Nacional y eso gustó mucho, hasta me la publicaron. Por la metodología aplicada a la hemerografía me pidieron que entrara yo al CISM e hiciera el corredor del tiempo sobre la historia del derecho”, cuenta.

Los pequeños, pero observadores ojos cafés de la entrevistada parecen mirar hacia el pasado. Sus manos reflejan años de experiencia y con su voz narra cómo al principio no se imaginaba entrar en el universo de los museos. “Es más, hasta me negaba yo a ingresar”, comenta con una pequeña sonrisa.

Reclinándose y meciéndose en su asiento, la coordinadora del Departamento de Estudios Museológicos detalla cuál ha sido su motivación para continuar con su trabajo en este ramo.

“Se me hizo muy interesante el valor polisémico de las piezas y sus mensajes, porque me di cuenta que ni la presentación museográfica ni el discurso museográfico son lineales, sino polisémicos. Cada cosa tiene un valor distinto según el tipo de persona. Entonces podríamos poner el código de Hammurabi desde el punto de vista estético, desde el histórico o desde el legislativo. Eso me llamó mucho la atención”, explica.

Sin embargo, desde aquel lejano 1981, año en el que ingresó a trabajar en el CISM, la entrevistada reconoce que sus intereses dentro de la museología se han ido orientando a otros aspectos.

“Ahora me gusta lo educativo y lo didáctico relacionado con los museos. Al hablar de estos aspectos en este lugar, tú puedes usarlos a partir de la divulgación, haciendo accesible un mensaje, o a partir de los públicos. No es el mismo mensaje que le das a un estudiante de Derecho que a un turista. Entonces todo puede ser didáctico, pero los públicos son los que determinan las cosas”, apunta.

Una pasión inagotable por el conocimiento

En la vida profesional de la investigadora han existido diversos trabajos y publicaciones, pero desde su punto de vista uno de ellos destaca sobre los demás.

“Considero que mi trabajo más importante ha sido la publicación de Exhibir para educar, que fue resultado mi tesis doctoral. Creo que para mí, el Seminario de Investigación Museológica (SIM) y el programa de Museos Universitario también son dos pilares de gran importancia”, aclara.

La entrevistada fundó hace nueve años el SIM, un proyecto que, en un principio, fue pensado sólo para la gente de Universum, aunque eso cambiaría después.

“Replanteé el seminario para que no nada más le sirviera a un sector de Universum, sino también para gente de otros museos, porqué sé de la necesidad que hay en el país de tener grupos de análisis de este tipo”, argumenta.

“Aquí en la UNAM, al ser autónoma, puedes jugar con distintas perspectivas. Al abrir el segundo programa que es el de Museos Universitarios lo que hago es confirmar la primera propuesta del SIM y relacionarla directamente con los museos universitarios para poder crear una museología universitaria. Entonces es una apertura bastante más amplia”, comenta.

La coordinadora de Coloquio: Museos Universitarios afirma que su labor de investigación seguirá dando de qué hablar. Ella no piensa, en estos momentos, en tirar la toalla; por el contrario, tiene en mente diversos proyectos a futuro.

“Sería muy bueno sacar metodologías, epistemologías y, de una manera más formal, cursos, diplomados e incluso especializaciones porque lo único que se tiene en la universidad es el SIM porque el Centro de Investigación y Servicios Museológicos ahora es la Dirección General de Artes Visuales, que ya no ve aspectos museológicos”, detalla.

La doctora Luisa Fernanda Rico Mansard es consciente del panorama laboral de las personas que, actualmente, trabajan en los museos a lo largo del país.

“No buscamos crear una carrera en museología porque no hay mucha fuente de empleo y los trabajos en los museos no son bien pagados. Entonces hay que tener cuidado y no crear una licenciatura para tener egresados mal pagados. Hay que pensar otras alternativas”, afirma.

La pionera en la museología mexicana mantiene muchas expectativas y metas por cumplir. Su seguridad y la firmeza con la que asevera sus objetivos denotan su gusto por la investigación.

“Mi vida laboral sigue en expansión, una plataforma sigue a la otra y va creciendo. Tanto que pretendemos crear una plataforma a nivel nacional, generar un seminario especializado sobre patrimonio y las colecciones en museos universitarios, y promover lineamientos generales aplicables en esos lugares. Estamos hablando de más de 120 museos, planetarios, jardines botánicos, zoológicos y acuarios”, dice.

Una investigadora de talla internacional

Luisa, como le llaman sus compañeros de trabajo, forma parte del Consejo Internacional de Museos (ICOM, por sus siglas en inglés) desde 1989. Para ella, dicho puesto representa un gran honor y satisfacción.

“Ingresé al ICOM porque necesitaba referentes teóricos y metodológicos que sólo este Consejo ofrecía a nivel internacional. Al poco tiempo me pidieron que fuera vocal de la mesa directiva. El estar en el ICOM te permite tratar con gente de museos de distintos tipos y de múltiples especialidades a nivel nacional e internacional. Debemos de estar al tanto de lo que sucede en otras partes del mundo”, remarca.

Como parte de este interés por el trabajo de los museos alrededor del mundo, la también tutora en el Posgrado en Filosofía de la Ciencia acudió a la 24° Conferencia General del ICOM, realizada en Milán, Italia. La doctora Luisa Rico recuerda con emoción su experiencia.

“Fue un encuentro en el que terminé muy motivada y hasta espantada por todo lo que se hace a nivel internacional. Regresé con muchas ideas para darlas a conocer para mejorar. Éstos eventos te permiten estar más al día y a la vanguardia”, subraya.

“Los viejos ya estamos muy vistos, no tenemos mucho que decir”


La plática continúa con regularidad, cuando un pasante de la doctora irrumpe para despedirse. La presencia de muchos practicantes jóvenes en su cubículo es bastante llamativa, hecho que Rico Mansard agradece.

“Gracias a Dios hay muchos chicos. Como te das cuenta todo esto funciona gracias a los jóvenes, porque son ellos los que dicen las cosas importantes.; los viejos ya estamos muy vistos, no tenemos mucho que decir. Los chavos no tienen mi conocimiento y experiencia, pero perciben las cosas de otra manera. No es útil imponer visiones de personas adultas si estamos en un país de jóvenes”, explica.

Para la entrevistada, la participación del sector juvenil es importante pues los retos que enfrenta el conocimiento no sólo en la museología, sino en otros campos de estudio, cada vez son más fuertes.

“Con el tiempo cada vez me quedó más callada porque además me ganan en el uso de las tecnologías. Entonces ellos tienen la palabra porque los programas les pertenecen. Como jóvenes, la investigación les pertenece”, afirma.

“Si yo no estoy, esto puede continuar con los jóvenes y eso es lo que me interesa. Además, me gusta que estén aquí, si no me gustara no habría café y pastel. Pero eso sí, los hago trabajar. Pregúntales qué tanto sufren”, comenta mientras ríe y sus mejillas se ruborizan.

El gusto de la investigadora por convivir con la juventud mexicana es notorio, pues ella también forma parte del Programa de Estancias Cortas Jóvenes hacia la Investigación. Su emoción al narrar su experiencia hace obvia su pasión por este proyecto.

“Ya llevamos 6 o 7 años en el programa y quiero extenderlo también a Ciencias Sociales y Humanidades. Además, en ninguna otra parte del país se ofrece algo así, ni tanto el programa Jóvenes hacía la Investigación, ni mucho menos estos temas de museos”, aclara.

Falta mucho por hacer

La también directora del Departamento de Estudios Museológicos comenta que, a pesar de tener más de 30 años de labor museológica, todavía falta tiene asuntos pendientes por cumplir.

“Se ha hecho muy poco sobre la museología en México. Tenemos al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que empezó hace varias décadas con trabajos de museología y museografía o a la Escuela Nacional de Curaduría Restauración y Museografía (ENCRYM). Ha habido diplomados, maestrías, en la UNAM, en la Ibero, en el CAM, pero no tenemos todavía una carrera ni una especialidad ni una maestría en alguna institución educativa”, comenta.

Sin embargo, la investigadora mantiene el optimismo y confía en que el interés y el desarrollo de la museología en nuestro país continuarán con un avance del cual ella ha sido parte.

“Cuando yo inicié no había estudios de museología. Entonces casi todo fue sobre la marcha y a mí el ICOM me ayudó mucho porque tienes contacto a nivel internacional. No había muchos avances en México sobre este tema, pero en otras partes del mundo sí y eso me permitió tener acceso a esas visiones internacionales”, concluye.

La conversación finaliza en un ambiente armónico; el día ha dado paso a la noche, así como la doctora da paso a las nuevas generaciones. La investigadora resultó ser una persona afable, alejada de la idea que se puede tener sobre los científicos. Ella es una mujer que irradia felicidad y alegría a través del mundo de los museos.

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"DONALD TRUMP, UN ABC DEL POPULISMO EN EL MUNDO": SILVA-HERZOG MÁRQUEZ

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  • Jesús Silva-Herzog Márquez y Rolando Cordera analizaron los retos del fenómeno Trump para la democracia liberal contemporánea
Por Diego Caso
Ciudad de México (Aunam). “En la figura de Donald Trump, hay una representación casi escolar de lo que significa el modelo populista en el mundo”, así lo afirmó Jesús Silva-Herzog Márquez en el foro Crisis de la Modernidad: Voces desde la UNAM.



En el salón de actos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Silva-Herzog Márquez relacionó la victoria del candidato republicano con un hartazgo, cada vez más fuerte, de las sociedades alrededor del mundo contra sus gobiernos.

“Me parece que el fenómeno de Donald Trump habla del populismo como respuesta a una democracia bloqueada, es decir, a un gobierno que rechaza a grupos cada vez más extensos y que es incapaz de procesar sus exigencias”.

El analista político apuntó que este auge del populismo parte de la intención de incluir al discurso político dentro de una situación dramática, de vida o muerte, donde hay muchos asuntos en juego, lo que lleva “a la eliminación del entendimiento”.

“El populismo lo que dice es que nuevamente hay drama en la política. Si uno ve Fox News, lo que hay ahí es una idea de que se está jugando el alma del país (Estados Unidos), que México es realmente peligroso para su sobrevivencia cultural, que el islamismo puede llevar a la ruina a la civilización occidental”.

Silva-Herzog Márquez destacó que la elección de Donald Trump representa un desafío para repensar la estructura del régimen democrático y una invitación tanto para analizar el populismo como para indagar en los problemas de la democracia liberal, “sus insuficiencias e ilusiones que han sido insatisfechas”.

“La defensa de los derechos humanos de los migrantes, prioridad número uno para México”

En su intervención Rolando Cordera, profesor emérito de la Facultad de Economía de la UNAM, expuso algunos puntos del documento En defensa del interés nacional ante la coyuntura crítica, ¿qué hacer?, donde subrayó la relevancia que la defensa de los derechos humanos de los connacionales en Estados Unidos debe tener para el gobierno federal.

“En términos de migración, (el Grupo Nuevo Curso de Desarrollo) insiste en que la prioridad uno de México es la defensa de los derechos humanos de los mexicanos que están allá y que no se puede admitir que no hay recursos para ello”.

Como una propuesta para llevar a cabo esta tarea, Cordera planteó la creación de una plataforma de trabajo en conjunto con organizaciones no lucrativas en los Estados Unidos dedicadas a la defensa de los derechos humanos de los migrantes.

El académico mencionó que en el caso de llegar a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el gobierno mexicano debe aprovechar dichas conversaciones para incluir la transferencia tecnológica como una de las nuevas cláusulas principales.

“Habría que buscar un nuevo tipo acuerdo con las trasnacionales, en donde se introduzca algún tipo de compromiso de las empresas de transferencia tecnológica para México. No es una barbaridad, lo hacen los chinos, quienes exigen que cada año se contrate a un número específico de ingenieros locales, que es la manera más barata de transferir tecnología”, concluyó.

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INAUGURAN CASA UNAM EN UNIVERSUM

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Por Mónica Santos Vargas
Ciudad de México (Aunam). Universum, museo de las ciencias inauguró un edifico sustentable, Casa UNAM, en el Jardín Universum. Este proyecto se inició en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).



En su discurso de bienvenida Gabriela Guzzy, directora de Universum, agradeció la construcción de esta estructura en el museo e hizo hincapié en la posibilidad de crear conciencia en las personas que visiten Casa UNAM para mitigar los efectos de la contaminación ambiental.

Por su parte Marcos Mazari, director de la Facultad de Arquitectura de la UNAM mencionó que este trabajo contó también con la colaboración de las facultades de Trabajo Social, Artes y Diseño, Ingeniería, el Instituto de Energías Renovables, entre otros.

Mazari comentó que en primera instancia se presentó como un proyecto de investigación y después se decidió ponerlo en marcha. “Está construido con lo que la gente puede comprar [...] son elementos que existen en el mercado” resaltó.

En su intervención el doctor José Franco, director de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC) resaltó que “las artes son pilares fundamentales para el desarrollo de la educación y para el desarrollo de nuestro país”. Así mismo también mencionó otros temas de gran interés del Jardín Universum, como el mariposario, ya que las mariposas son frágiles y rápidamente desaparecen cuando hay alteraciones ambientales.

William Lee, coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, subrayó la responsabilidad del uso de la energía, la cual debe ser aprovechada por completo. También comentó que el Valle de México es el principal afectado por la contaminación.

Leonardo Lomelí, secretario general de la UNAM, destacó la importancia del proyecto para el museo, así como la relevancia de unir conocimientos de distintas licenciaturas e ingenierías para llevar a cabo su construcción y evitar, en el futuro, un desarrollo urbano desorganizado.

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EL MEZCAL, ¿EN CRISIS O EN PLENO AUGE?

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Por Néstor Yuri Sánchez Islas
Ciudad de México (Aunam). Estamos tan habituados a vivir en un mundo lleno de contrastes y competencia que muchas veces, a pesar de tenerlo frente a nosotros, no lo vemos. Así es el mundo del mezcal, habitado por paradojas y contradicciones en cada uno de los escalones sobre los que se cimienta su éxito.



Por un lado, tenemos locales en zonas exclusivas, ideados por arquitectos expertos y decorados por refinados diseñadores, atendidos por “gente bonita” y rematados con especialistas (los “mezcaliers”, como se hacen llamar), que deforman y estilizan el mezcal de acuerdo a los gustos de un público ávido de superficialidad, que ignora el hecho de que esta bebida, hasta hace apenas unos años, era propia de albañiles y cargadores. Contraste y paradoja van de la mano.

Por el otro, tenemos a quienes siembran, cultivan y procesan los agaves en medio del campo semiárido de los valles de Oaxaca: la gente de campo, con olor a sudor y manos rudas, permanece ajena a las luces y las fragancias de quienes, sin saberlo, enriquecen a los intermediarios y no a los productores.

Al introducirnos en el mundo del mezcal, el objetivo era hallar la causa de la crisis en esta industria. Lo que encontramos fueron varias crisis en cada uno de los eslabones de la cadena productiva de esta bebida.

Mezcal y tequila: bebidas milenarias con marcados contrastes

El mezcal está de moda y ese es, paradójicamente, uno de sus problemas, pues tal vez se trate de una tendencia temporal más que, en unos pocos años, quede en el olvido. El mezcal también puede verse como una forma de contrastar las diferencias entre dos culturas regionales: la del bajío mexicano, poderoso, pujante e industrial, y la del campo oaxaqueño, atrasado, artesanal y profundamente dividido.

La crisis del mezcal frente al tequila inicia desde sus productores. La división existente entre los compañeros de trabajo, profundizada por las diferentes visiones que cada productor tiene y la posición que ocupan dentro de la cadena productiva de esta bebida, hacen difícil solucionar el problema.

El panorama de este dilema queda más aclarado al consultar datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).

Oaxaca es, a nivel nacional, el mayor productor de mezcal. Sin embargo, su producción de agave es considerablemente inferior a la de su contraparte en el Bajío. Mientras que en 2015 Oaxaca produjo 73 mil toneladas de la planta, Jalisco cultivó un millón 340 mil toneladas. Además, el estado sureño también se vio superado en producción por otras entidades como Guanajuato y Zacatecas, que destinan sus agaves para la producción del tequila.

Otro problema de la industria del mezcal está en la marcada atomización de sus productores. Oaxaca cuenta con alrededor de 800 pequeñas empresas productoras de la bebida; por su parte, Jalisco contabiliza aproximadamente 160 tequileras, un número que hace más sencillo el proceso de distribución y mejora la calidad el producto.

La atomización de los productores de mezcal propicia la división, que termina por ser un reflejo de la situación política y social en Oaxaca.

Crisis dentro de otra crisis

El ingeniero Porfirio Chagoya, propietario de las marcas de mezcal “Tehuana” y “Cuerudos”, comenta que la extrema parcelación de las tierras de cultivo en Oaxaca provoca que las plantas productoras de la bebida enfrenten muchas dificultades para asegurar un suministro fijo y constante de agave.

“Para que un industrial tenga asegurado el abasto de agave para una planta con un horno estándar de 40 toneladas debería tener, por lo menos, unas 500 hectáreas sembradas, pero en Oaxaca eso imposible. Casi toda la tierra es propiedad comunal y ejidal y está tremendamente subdividida entre comuneros y ejidatarios que se pelean entre ellos, por lo que no trabajan, pero tampoco dejan trabajar”, comenta.

Otro grave problema para el mezcal es la escasez de agave en el campo oaxaqueño. Dicha carestía tiene dos razones: por un lado, los campesinos y productores arrasaron con todos los magueyes silvestres, que abundaban y crecían libremente, pero no se ocuparon de volver a sembrarlos. Esto ha provocado que, por ahora, no se encuentren pencas de los agaves Tobalá y Madre Cuishe, variedades de la planta endémicas de Oaxaca.

Por otro lado, la caída en el precio del agave hizo que muchos campesinos dejaran de sembrar esta planta en sus hectáreas, pues las utilidades recibidas dejaron de ser un negocio. De acuerdo al SIAP, sólo en 2010 había 14,800 hectáreas sembradas de agave; en 2015 ese número cayó a 7,800, casi la mitad.

La escasez de agave se ha reflejado en los precios. En el año 2006, la pieza de maguey se vendía en 50 centavos; ahora, la planta ha pasado a venderse a 6 pesos el kilo. De acuerdo con los campesinos, el alza del costo de la gasolina no tardará en impactar al agave, que podría alcanzar los ocho pesos.

Quienes más sufren las consecuencias de esta crisis son los productores con parcelas demasiado pequeñas –la parte más baja de la cadena productiva–, quienes no tienen ingresos sustantivos por la cosecha del agave. Ante esta situación, muchos de ellos han empezado a talar las laderas de los cerros para sembrar pencas, arrasando la flora y afectando a la fauna nativa.

La escasez del agave también está modificando el tiempo de su cultivo. Generalmente, la planta necesita alrededor de 8 a 10 años para ser cosechada. Sin embargo, ante la carestía del agave, algunos productores empiezan a recogerlo cuando éste llega apenas a los 6 años. Esta decisión podría tener efectos en el sabor de la bebida, pues la penca no adquiere la cantidad de azúcares necesarios en tan poco tiempo.


Las predicciones para el suministro del agave no son alentadoras. De acuerdo con José Escobar, dueño de la fábrica de mezcal “Rey Zapoteco”, la escasez se aliviará hasta el año 2023 o 2024, pues hasta esa fecha se podrán empezar a cosechar las siembras del 2014, año en el que la carencia de la planta se agudizó.

Los agaves, a pesar de este panorama, no se encuentran en peligro de extinción, ya que desde 2012 el gobierno del estado ha mantenido cultivos de la planta en varios viveros de su propiedad. Sin embargo, éstos aún tardarán varios años en madurar, por lo que las leyes del mercado terminan por aplicarse: ante menor oferta, mayor el precio que se cobra.

Los apoyos que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) entrega a los campesinos de la región son insuficientes y no son aprovechados al máximo, de acuerdo con el ingeniero Manuel Gutiérrez Pérez. El año pasado, por ejemplo, solo se entregaron dos millones de pesos en matas de agave estilo espadín, y otros apoyos ni siquiera fueron aprobados.

Otro problema con los campesinos es que muchos de ellos tienen familiares en los Estados Unidos, lo que hace que una gran parte decida vivir de las remesas enviadas desde “el otro lado” en lugar de seguir trabajando el campo. Los que prefieren seguir cultivando se encuentran con obstáculos como el carácter comunal de muchas hectáreas, que hace difícil conseguir apoyos y créditos.

El siguiente escalón en problemas de la cadena productiva del mezcal lo constituyen los productores. En su caso, el problema fundamental –aparte de la escasez del agave–, es la falta de mano de obra.

“La capital mundial del mezcal” y sus problemas

“Mezcal Valle Oaxaca” es una marca de mezcal con más de 70 años en el mercado. Ahí encontramos a Mirna López Mateo, una mujer joven de pequeña estatura, facciones zapotecas y de una seguridad personal que deslumbra por su visión y claridad sobre la problemática que enfrenta una industria en un supuesto gran auge.

“¿Auge del mezcal? Voltea, mira a tu alrededor”, explica la mujer mientras hace énfasis en las calles solitarias, la calma del pueblo y los hornos apagados. Si tal auge existiera, las fábricas de Matatlán –“la capital mundial del mezcal”, como se hace llamar– estarían trabajando a todo vapor.

Para Mirna, si bien la escasez de agave ha representado un varapalo para la industria, la verdadera crisis es la falta de mano de obra.

“La crisis que tenemos no es de agave, porque lo conseguimos de alguna u otra forma, aunque esté cada vez más caro. El verdadero problema es la falta de personal, tenemos que traerlo de otras comunidades porque a la gente de Matatlán no le gusta trabajar, con que les lleguen sus remesas están felices”, explica.

La llegada de Donald Trump y su amenaza de deportar a millones de paisanos representa, desde la perspectiva de López Mateo, una oportunidad única porque los migrantes pueden regresar con dos aportaciones: dólares con los que abran algún negocio –inclusive otras fábricas de mezcal– o mano de obra para comercios como el de ella.

“La capital mundial del mezcal” confirma su autodenominación con sólo caminar algunos metros de sus calles, pues las fábricas se suceden una tras otra. Una de ellas es “El Famoso”, dirigida por Jaime Sernas, quien ha sido pionero en la producción y venta del mezcal.


Jaime es un tipo alto, muy moreno y con un carácter más tranquilo y divertido. Desde su perspectiva, la crisis del mezcal radica en la comercialización del producto. Con la popularidad del mezcal al alza, un gran número de individuos ha llegado a Matatlán. Estas personas arriban con más recursos económicos, lo que les permite contratar a más personal (diseñadores, publicistas profesionales) para la publicidad del producto, haciendo a un lado a las personas oriundas del lugar.

Para el dueño de “El Famoso”, el apoyo del gobierno estatal ha sido insuficiente y superficial, pues no han atacado uno de los problemas más graves para la distribución del mezcal a todo el país: el cierre constante de las vías de comunicación.

“Los gobiernos dizque apoyan. El pasado gobernador ayudó a poner pisos y techos a muchos palenques, pero no hizo nada más. ¿Sabes cuál sería el mejor apoyo? Que nos dejaran trabajar. Estamos hartos de bloqueos y ese es el mayor de nuestros problemas, porque a cada rato nos cierran las carreteras y no podemos sacar nuestros productos”, detalla.

Al cruzar la calle, aparece el “Rey Zapoteco”, otra famosa fábrica de mezcal, conocida en el lugar por sus versiones de añejo y reposado. Su dueño, José Escobar, coincide con Mirna López acerca de la falta de mano de obra en las fábricas de Matatlán.

“La crisis más grave es la falta de mano de obra porque, aunque lo compremos caro, podemos conseguir algo de agave. El punto es que la forma en la que hacemos el mezcal es artesanal, por lo tanto nuestra producción es limitada”, menciona.

Datos del Consejo Mexicano Regulador del Mezcal (COMERCAM) arrojan más luz sobre la baja producción de la bebida: en 2014, se produjeron 6 millones de litros en todo el país, comparado con los 300 millones elaborados de tequila.

De acuerdo con la Secretaría de Economía, el valor de la producción de mezcal en 2012 fue de 2 mil millones de pesos, siendo Oaxaca el estado con más porcentaje en la elaboración de la bebida con un 65%. Actualmente, los principales mercados internacionales del mezcal son Estados Unidos, Japón, Taiwán, Italia, Holanda, España, Francia, Alemania y Canadá.

La COMERCAM afirma que en 2015 las ventas de esta bebida a nivel nacional aumentaron hasta llegar a los 6 mil millones de pesos, con unas 8 mil familias involucradas totalmente en la industria, lo que representa alrededor de 25 mil personas empleadas de forma directa.

Sin embargo, las cifras sobre este rubro son contradictoras. Para la SAGARPA, el número de familias involucradas en el negocio del mezcal aumenta hasta 12 mil, mismas que produjeron 3 millones de litros, 70 % de ellos destinados a la exportación.

Para la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal, Pesca y Acuacultura (SEDAFPA) de Oaxaca, la cifra de familias dedicadas a la industria del mezcal alcanza las 14 mil y genera 125 mil empleos indirectos, aunque no hay forma de comprobar estos datos debido a que el nuevo gobierno de Oaxaca cerró temporalmente el acceso a estos datos.

Los maestros del mezcal


Una de las experiencias más agradables al visitar las fábricas de mezcal es la oportunidad de explorar los diferentes aromas de esta bebida. Dado que el mezcal puede producirse a partir de 15 variedades de agave diferentes, cada botella tiene un aroma característico y único.

Tepeztate, tobalá, cuishe, blanco, minero, de pechuga y con gusano son algunas de las versiones disponibles de mezcal. Pero no solo el tipo de agave utilizado determina el sabor de la bebida. Los maestros mezcaleros –las personas que cocinan el mezcal– también aportan su toque al momento de la elaboración. Cada mezcal adquiere una sazón diferente en las manos de cada maestro.

El arte de los maestros mezcaleros no se adquiere en escuelas. Estas personas, por lo general, aprenden el oficio desde la infancia, alrededor de los hornos de piedra en mitad del campo, las cubas de fermentación y los alambiques –instrumentos usados para la condensación de alcoholes–, algunos hechos de ollas de barro negro.

El futuro

La falta de recursos económicos que afecta a los mezcaleros les impide contratar asesoría para ayudarlos tanto en la comercialización como en la publicidad de su producto. Esta situación ha hecho que muchos mezcaleros vendan su mercancía a “coyotes” que acaparan la bebida, la homogenizan, la estabilizan, le dan una gradación de alcohol estable y la venden a precios de oro.

De acuerdo con Julián Gómez, figura reconocida dentro de la industria local, la ola de crecimiento del mezcal no está siendo aprovechada por los campesinos, sino por los intermediarios cuyo negocio se basa en comprar la bebida a granel, embotellarla y revenderla a precios más elevados. Sus prácticas no paran ahí, pues estas personas, en ocasiones, también adulteran el producto, al revolver el mezcal con alcohol de caña colombiano.

Si bien ya existe, desde 1994, una Norma Oficial Mexicana que define las especificaciones del mezcal, Gómez considera que aún faltan políticas públicas que establezcan una serie de normas de carácter obligatorio para apoyar al campesino y al pequeño productor de mezcal. Además, con el reforzamiento y la limitación de la denominación de origen, se podría disminuir la piratería y desalentar la competencia desigual.

Sin embargo, la publicación de dicha norma no fue recibida con agrado por todos los productores oaxaqueños. Desde su punto de vista, este gremio considera que han sido ellos los que han trabajado, desde hace muchos años, en la elaboración del mezcal y ahora son los productores de otros estados los que se están llevando los beneficios.

Para Abel Alcántara, presidente de la Asociación Civil Maestros del Mezcal, la crisis se debe al saqueo del agave oaxaqueño cometido por los tequileros de Jalisco que elevan demasiado el precio de las pencas y no dejan materia prima para los mezcaleros o fomentan el robo de las cosechas.

La crisis del mezcal es innegable, pero para cada uno de los involucrados este problema tiene un significado diferente: los campesinos se quejan por no poseer parcelas más grandes para cultivar más agave; los fabricantes, de la mano de obra; los comercializadores, de los coyotes y los maestros del mezcal, de las transnacionales.

La escasez de agave empezará a retroceder en 2022, cuando las cosechas del 2014 empiecen a suministrar de materia prima a las fábricas de mezcal, Sin embargo, no se puede predecir el escenario de esta bebida cuando llegue ese momento, pues si el precio del mezcal dejara de ser atractivo los campesinos, probablemente, dejarían que las cosechas se pudrieran.

La demanda del mezcal sigue proveyendo de ingresos al campo oaxaqueño. La posible deportación de miles de connacionales a sus estados de origen no desatará, probablemente, una crisis social en ese estado pues existen hectáreas y hectáreas de cultivo que han estado sin trabajar durante mucho tiempo. Tal suceso no condenaría al campo oaxaqueño, por el contrario podría inyectarle nueva vida y darle un futuro más alentador.

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"NUNCA ES TARDE PARA SER FEMINISTA": TAMARA DE ANDA

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Por Raquel Prior
Ciudad de México (Aunam). Eres tu canción favorita, lo que dices, lo que callas, lo que rescatas de tus amigos, lo que aprendes de tus padres, los lugares que visitas y los recuerdos con el abuelo. También eres los riesgos que tomas, las batallas que decides luchar, lo que te causa risa, cada una de las experiencias que has vivido y todas las personas, por más efímeras que hayan sido, que se han cruzado en tu camino. Sobre todo, eres lo que tomas de cada uno de ellos.



Tamara de Anda es la libertad de su madre, el arte de su abuela y su tía, el encanto de su padre, la música, los libros y los lugares que ha compartido con sus amigos, las risas con su novio, los paseos en metro con su abuelo, sus quejas sociales como “Plaqueta”, los chistes de Andrés Bustamante el “Wiri Wiri” y su “feminismo fresa”.

La entrevistada es una mujer de 32 años que no pretende transformar el mundo de la noche a la mañana. Su única intención es empezar por cambiar algunas mentes con un discurso incluyente y que no espante a otras personas como el feminismo radical lo hizo con ella. A temprana edad comenzó a relatar sus vivencias en su blog Plaqueta, que gracias a su original y relajado estilo adquirió popularidad y le abrió las puertas del periodismo.

Actualmente la periodista tiene un blog en El Universal llamado La crisis de los 30 en el que sigue la estrategia de su antiguo blog. En este espacio narra experiencias personales que van desde cosas que parecen ser muy generales y terminan por convertirse en quejas ciudadanas –como el concierto de Roger Waters–, hasta temas feministas que no muchos se atreven a tocar.

Cuando Tamara de Anda fue editora en Gatopardo trabajó al lado de su amiga Berenice Andrade –o “Niche”, como la periodista le dice de cariño– y ella recuerda que la ex editora es una compañera muy accesible, a veces no es tan dura como debería serlo pero es un punto a su favor, según cuenta su amiga Niche.

La conductora de Itinerario–un programa de Canal 11 que recorre varias partes de la Ciudad de México– llega por la calle de Tamaulipas. Viene vestida con una chalina de cuadros negros y grises, una blusa negra, cuyas mangas llegan hasta sus finas muñecas, y un pantalón ancho a juego con unas botas negras Dr. Martens. El viento alborota su pelirroja melena mientras camina.

Llega a la librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica (FCE) en la colonia Condesa. Éste es el escenario en el que la periodista Tamara de Anda comparte ideas e historias para la entrevista. Las paredes blancas dan vida a los estantes repletos de libros de diferentes temáticas que conviven en el recibidor.

Para llegar a la cafetería se deben atravesar algunos pasillos entre los libreros. Después de este sendero de letras se encuentran algunas mesas en las que algunos clientes se sientan a dejar que vuele el tiempo. La también youtuber se disculpa por la hora de la cita, pues piensa que nadie debería estar despierto un sábado a las nueves y media de la mañana.

Entrevistar a tu más grande héroe

Originaria de la Ciudad de México y con ascendencia estadounidense, Tamara de Anda trata de mostrar determinación en cada aspecto de su vida, como cuando decidió dejar de colaborar con la revista Chilango–su segundo trabajo formal– porque tuvo la impresión de que explotaban su trabajo.

Comienza a reírse para sí misma cuando recuerda lo infantil que se sintió al dejar aquella revista. “Siempre fui muy aventada y creo que también irresponsable. Cuando no me convencía la relación precio-calidad de vida, decidía no colaborar más con ellos”, dice. Así es como cambió de empleo en varias ocasiones. Sin embargo, aprendió de cada uno de sus lugares de trabajo.

Mientras le da un gran bocado a su baguette comenta: “Son prioridades personales: mi trabajo es mi vida, no viene una cosa peleada con la otra; mi pasión es explorar la ciudad, es quejarme de las cosas, es cuestionar el statu quo. Entonces no es algo que definitivamente tenga que separar”.

“Plaqueta” goza de un renombre que ha ido ganando a lo largo de su carrera, pues ha incursionado en diferentes vertientes de la labor periodística: conductora, reportera y ahora locutora. Dicha trayectoria le permite elegir con mayor facilidad los proyectos y los tiempos en los que quiere trabajar.

La bloguera en El Universal siente que los tópicos que más le apasionan en este momento son el feminismo y la Ciudad de México. Cada que descubre un lugar que no ha sido documentado en esta selva de concreto la inunda una emoción que describe “como un subidón de adrenalina”, que de manera física y emocional la llena por completo.

Sobre esta sensación, Tamara cuenta entusiasmada la experiencia de entrevistar a su héroe de la infancia, Andrés Bustamante alias “el Wiri Wiri”, algo que siempre soñó hacer. Durante bastante tiempo estuvo cazando la exclusiva con él, pues el humorista no gusta de dar entrevistas. Cuando por fin la consiguió, armó un perfil enorme con extenso material acerca de las personas cercanas al artista.

Para una ferviente amante del Metro, el entrevistar a Lance Wyman –el diseñador que hizo toda la iconografía del metro de la Ciudad de México– significó un paso importante en su carrera, pues su amor por este transporte es algo que traerá por siempre en la piel.

Ese sentimiento no es una simple metáfora, sino una expresión literal. La locutora se levanta la manga de la blusa para mostrar el tatuaje del Metro que está en su antebrazo izquierdo, el cual es una fiel réplica de las venas de la Ciudad de México en su piel de porcelana.

“Este tatuaje es como un manifiesto. Por mi historia personal, por como el metro marcó el diseño, por cómo representan las venas de una ciudad. ¡Amo la Ciudad de México! Y también porque eran rayitas de colores. ¿Qué podía salir mal? También es un recordatorio constante de que me faltan muchos lugares por recorrer, de que no todo pasa en el centro donde se cruzan todas las líneas”, explica.

¿Por qué alguien se tatuaría el Metro? Tamara de Anda cuenta que los recuerdos más tiernos que tiene de su infancia son en este transporte; su abuelo la llevaba a pasear en los vagones debido a que nadie en su casa sabía manejar.

La bloguera menciona que toda su vida se ha transportado por el Metro y que se hizo anti-coches puesto que las ciudades deben estar construidas para caminar, andar en bici y para el transporte público. La antigua reportera de Chilango siente completa libertad fuera de un coche.

Rescatar el humor simple, básico y efectivo

En la cuenta de Instagram de Tamara se puede encontrar una serie de fotografías de la Ciudad de México en la que plasma una historia muy particular por la que muestra interés: la gráfica popular; que además, según de Anda, es un tipo de expresión en vías de extinguirse porque ha sido ninguneada.

Las fotografías que han maravillado a sus followers plasman la cotidianeidad y multiculturalidad del mexicano en la ciudad; van desde letreros en Xochimilco en los que se venden las “Tortas, ¡ay wey!” hasta la imagen de un Bob Esponja mal hecho en la delegación de Tláhuac o una barbería en la colonia Roma.

“El objetivo de las fotografías es rescatar este humor tan simple, tan básico y por lo tanto tan efectivo, como el que haya un cochinito cocinándose a sí mismo. Eso es un humor negro súper cruel, pero muy chingón que a la vez no está humillando a nadie”, resalta con su voz grave.

Para la entrevistada, el parteaguas en cuanto a la apreciación del arte de la gráfica popular mexicana fue un libro llamado Sensacional de diseño mexicano, publicado en 1999. Este título tuvo gran influencia en la vida de la comunicóloga. Ella pensó que se dedicaría al arte o al diseño, pues desde que recuerda siempre traía unos lápices de colores en las manos.

Pero de Anda encontró otra manera de sobresalir siendo ella misma: escribir comenzó a gustarle y descubrió que le era más fácil transmitir sus sentimientos y pensamientos por medio de la escritura, aunque creció rodeada del arte de su abuela, madre y tía, todas ellas pintoras. Cuando comenzó su blog Plaqueta se dio cuenta de que era buena en lo que hacía y descubrió un nuevo mercado laboral.

Sin embargo, de Anda recuerda con gracia un trabajo realizado que iba en contra de su ideología personal. Durante su estancia en una agencia de publicidad, montó una plataforma diseñada para diputados del Partido Acción Nacional (PAN). La entrevistada pone los ojos en blanco al evocar el coraje que pasó pues se considera una “chaira de izquierda” que estaba en desacuerdo con muchas ideas panistas.

Al recordar el día en el que la mandaron a presentar el proyecto, se tapa la cara con las blancas manos y frunce la nariz como si estuviera disgustada. Tamara explica que cuando habla en público sufre de pánico escénico. Ese día, al estar tan nerviosa la bloguera tomó la decisión de lanzar un chiste ofensivo en contra del PAN.

Los diputados, profundamente indignados y enojados por el comentario, pidieron su despido. Sin embargo la joven periodista, un poco más viva, ya había renunciado unos días antes.

Con los ojos clavados al frente, sorbe un poco de café americano, mientras reflexiona acerca de las decisiones que ha tomado. Ensimismada hace el recuento de su vida y plantea su siguiente respuesta. Baja la tasa y la coloca al lado de su celular, mientras expresa que cada persona se impone sus propios límites.

“Sí, a los 30 aprendí a andar en bici. Y también me hice feminista”

De Anda no siempre se ha considerado feminista. Fue hasta después de haber vivido una serie de experiencias en el “mundo real” que ella despertó en sí misma ese interés. Desde entonces el feminismo se convirtió en un referente de la periodista.

La periodista Berenice Andrade cuenta que cuando la colaboradora de Más por Más se enfrentó al mundo laboral “machista” fue cuando cambió su forma de pensar. Comenzó a leer más artículos sobre el feminismo y a entender realmente la postura de estas mujeres radicales.

How to be a woman de Caitlin Moran es un libro que le ayudó a la entrevistada a entender más el feminismo y a plasmarlo en sus artículos, al quejarse de la figura del “típico macho” del que algunas mujeres aún son víctimas.

“Ha cambiado pa’ pronto lo que escribo y como lo hago. Mi blog era súper machista –lo dice con disgusto–, y decidí dejarlo así, tal cual, como un testimonio de que uno puede cambiar y que se pueden aprender cosas nuevas a los 30 años. Sí, a los 30 aprendí a andar en bici y sí, a los 30 me hice feminista”, declara orgullosa de sí misma, al tiempo en el que se da palmaditas en el hombro.

La comunicóloga admite que ser feminista es un trabajo constante y duro, pues resulta difícil liberarse de viejas costumbres, pero con el tiempo se hace un hábito. Trata de practicar el periodismo tanto en su vida cotidiana como en la laboral: no deja que los hombres menosprecien a sus compañeras en el trabajo y cumple con una cuota de género en cada reportaje.

Mientras come la ensalada de su baguette cuenta que está por comenzar un programa de radio que se llama Machos en rehabilitación en Radio Fórmula, en el que se abordará y discutirá ese tema.

“El feminismo cambia tu vida, te hace cuestionarte hasta las cosas más tontas y más arraigadas, como la forma en la que hablas”, confiesa como dándose cuenta de lo mucho que ha cambiado.

La egresada de la UNAM opina que para poder hacer frente al machismo se debe perderle miedo a la palabra feminismo y aceptar, de una forma firme y segura, la postura feminista sin pedirle ni permiso ni perdón a nadie.

“No debes permitir nunca que un tipo te haga menos, ni que te explique cosas que no necesitan explicarse, o que te ningunee o que haga un chiste misógino de alguien más frente a ti. Manifiesta tu desacuerdo y también responde al acoso callejero”, subraya.

Reaccionar ante las ideas y ser aún más liberal

La bloguera da un largo suspiro y comienza un relato de su vida personal. El hombre con el que creció y consideraba su padre era, en realidad, el amigo homosexual de su mamá. Según Tamara de Anda, dicho sujeto era el estereotipo del homosexual malvado, “el que le da mal nombre a los gays”. Era editor de la revista Vogue México y nunca dejó de decirle lo “gorda y naca” que le parecía.

“Él era un wey superficial, banal, cruel, pero vacío, un wey muy tonto”. Su madre decidió abrirle las puertas de su hogar porque “eran los ochenta y era una sociedad ultra conservadora y pensó en su amigo, en el qué dirán”. Sin embargo, la entrevistada no tuvo más que conflictos con su padrastro por sus malos tratos.

De Anda también creció con sus abuelos: a su abuelo lo describe como un sujeto loco que vivía ensimismado en sus ideas, y a su abuela como una mujer un poco más conservadora, aunque quién realmente la marcó fue su madre, pues sus enseñanzas le sirvieron para defender aguerridamente sus ideales.

La entrevistada lanza una mirada tierna al recordar los días en los que era feliz al lado de sus abuelos y su madre. Se acomoda en la silla y se muestra más relajada al hablar de su más grande inspiración: su madre. Orgullosa de sus orígenes prosigue a narrar su historia personal, los episodios que la llevaron a ser ella.

A los dieciocho años, su madre le confesó la verdad sobre su padre. “Este wey no es tu papá", dice la bloguera riéndose de lo que ha vivido. Su verdadero papá es un estadounidense que regresó a su país a hacer su vida. Pero cuando la periodista tenía veintidós años, éste se puso en contacto con ella.

“Mi papá biológico es un wey bueno, sensible, inteligente, noble, o sea alguien increíble. ¡Es tu papá, te acepta tal como eres y viene a sanar todas las heridas que este otro imbécil dejó!”. Al describir a su verdadero padre, la cara se le ilumina y sus facciones se relajan poco a poco, al igual que el resto de su cuerpo.

Berenice Andrade, su amiga, recuerda que cuando la conductora de Machos en rehabilitación conoció a su padre invitó a varios amigos a una comida. Al principio Berenice no lo entendía, pensaba que era un momento muy íntimo y debían vivirlo solos, pero comprendió que para Tamara cada persona que había invitado a la reunión era su familia.

“Plaqueta” es una inspiración para muchas personas que no la conocen, pues por medio de este gran buzón de quejas y experiencias, en el que se convirtió su blog, se da voz a personas que no la tienen. Ese espacio es reflejo de la personalidad de Tamara, que describe como “mi lado liberal viene de mi mamá y no como una reacción alérgica, sino como todo lo contrario, como una continuidad de todo lo liberal que ella fue y es”.

La libertad que la caracteriza tiene gran influencia de su madre que según la periodista es la persona más irresponsable del mundo, pero que la ha apoyado y orientado en su camino al mismo tiempo que la ha dejado experimentar sus propias decisiones y la consecuencia de éstas.

Tamara de Anda es dueña de un estilo periodístico original, en el que se puede expresar libremente sin ataduras; de un pensamiento crítico, que cuestiona e intenta cambiar las injusticias. Pero más que esto, la periodista es dueña de experiencias que goza compartir con su público.

“Las personas que se cruzan en tu camino, las decisiones que tomas, los sitios que frecuentas, la música que escuchas, las cosas de las que te quejas, lo que te estremece y más. Todo eso va construyendo tu personalidad, te ayuda a descubrir quién eres y en quien te quieres convertir”, comenta.

Y Tamara de Anda decidió convertirse en la vocera de su público, en la chica que define su feminismo como “fresa”, pero que aún pretende ayudar a las demás mujeres. Su blog, amigos, familiares, los lugares en los que ha sido feliz y las malas experiencias le han ayudado a conocer quién es en realidad y a descubrir, también, quién no quiere llegar a ser.

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"LA HISTORIA DE LOS INMIGRANTES, CLAVE PARA CAMBIAR EL TONO NATIVISTA": KRAUZE

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Por Diego Caso
Ciudad de México (Aunam). “El énfasis del periodismo ahora debe estar en encontrar las historias de los inmigrantes en Estados Unidos y que la gente entienda cómo vive realmente la comunidad hispana en ese país. Las historias de la gente pueden incidir en cambiar el tono nativista estadounidense”, así lo expresó León Krauze en el conversatorio Tensiones digitales y periodismo en la era de Trump en Casa Lamm.



En la mesa redonda, organizada por la Arizona State University y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), el también columnista agregó que es importante observar los efectos del clima de terror en el que viven los inmigrantes en Estados Unidos con Donald Trump como presidente.

“Este clima abona a lo que ha sido el objetivo de los restriccionistas republicanos en cuanto a la inmigración, que es la idea de la autodeportación: hacer la vida de los inmigrantes lo suficientemente complicada y el ambiente tan pesado en función del temor para que ellos abandonen los Estados Unidos y decidan regresar a sus países”.

A propósito de las declaraciones en México de John Kelly, secretario de Seguridad Interna de los Estados Unidos, sobre que no se utilizará al ejército estadounidense en tareas migratorias, el periodista apuntó que la incertidumbre de la comunidad de inmigrantes en la Unión Americana está en otro tema.

“La preocupación nunca ha sido que se utilice la fuerza militar. Cuando tú le preguntas a los inmigrantes en Estados Unidos, ellos están pensando en la policía local, en el policía de Anaheim que el día de ayer agarra a un niño de 13 años, lo jala, lo avienta, le dispara y casi lo mata”.

Sobre la intención de Donald Trump de llevar a cabo deportaciones masivas Carlos Bravo Regidor, coordinador de periodismo en el CIDE, enfatizó que una medida de tal magnitud tendría efectos colaterales para ambos países.

“Las deportaciones no van a afectar nada más a mexicanos, también afectarán a ciudadanos estadounidenses, muchos de ellos niños, cuyos padres van a ser repatriados. En la práctica, estos niños también lo estarían siendo, pues se verían obligados a regresar a México a causa de la deportación de sus padres”.

Bravo Regidor también lanzó una crítica a las élites mexicanas que no prestaron atención a las amenazas del ahora presidente estadounidense contra los inmigrantes mexicanos sino hasta que se propuso una renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

En este sentido Carrie Kahn, corresponsal en México de la National Public Radio (NPR), trazó un paralelo con el silencio del lado estadounidense durante la campaña electoral en el país norteamericano.

“Los republicanos no dijeron nada; todas estas compañías que se están beneficiando del TLCAN tampoco dijeron nada y no van a hablar. Traté por meses de conseguir alguna declaración de alguna empresa sin éxito”.

Sobre el mismo tema Bravo Regidor opinó que el problema de integración entre México y los Estados Unidos, a partir del TLCAN, está en “la falta de una narrativa a nivel cancha, que permita darle sentido a la integración entre ambos países”.

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"EL ELECTORADO DE TRUMP VOTÓ CONTRA UNA ÉLITE NEOLIBERAL: RICARDO PARRINI

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Por Diego Caso
Ciudad de México (Aunam). “El electorado de Trump votó no solo a favor de un tipo del espectáculo, sino que también lo hizo en contra de una élite neoliberal que vive extraordinariamente bien y se ha beneficiado mucho del proceso de la neoliberalización”, así lo afirmó el investigador Ricardo Parrini en la 38ª edición de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.



El académico de la UAM-Xochimilco presentó junto con la doctora Nattie Golubov, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN), el libro Meridiano cero. Globalización, prácticas culturales y territorializaciones simbólicas, en el cual fungieron como editores.

El libro, dividido en los apartados Urdimbres y Tramas, está compuesto por una serie de textos y ensayos de diversos autores en donde se exploran, a partir de casos y temas desarrollados en lugares muy específicos y que se inscriben dentro de amplios procesos globalizadores, los problemas ocasionados por el neoliberalismo, como es el caso de la gentrificación en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

Durante su intervención, Parrini explicó que el contenido del título adquiere una lectura distinta a partir de la victoria de Donald Trump en las elecciones del año pasado.

“Este libro es un intento por saber que está pasando en el mundo, en el sentido de conocer lo venidero, pues al parecer la gran fractura de los procesos de globalización tuvo su origen en los problemas de la vida cotidiana “.

Por su parte, Nattie Golubov mencionó que el proyecto que le dio vida a su título estaba enfocado, en un principio, a estudiar el fenómeno de los libros de autoayuda. Además, la doctora resumió el objetivo que tanto ella como su colaborador persiguieron durante la recopilación y organización de su obra.

“Este texto es el resultado de una conversación, que nosotros hemos llevado a cabo, acerca de la relación de cómo se pueden entender las dinámicas y las relaciones que se establecen entre procesos globales y prácticas culturales muy locales”.

Como conclusión, Parrini hizo referencia al papel que ha jugado el meridiano cero (Meridiano de Greenwich) como símbolo de liderazgo mundial y cómo en la actualidad Estados Unidos, a partir de las políticas proteccionistas de Trump, rechaza cada vez más ese papel. Con ello, el centro de poder empieza a moverse hacia al este, a una China que sí quiere asumir dicho rol.

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"SI UN GOBIERNO QUIERE ESPIARNOS, ES CASI IMPOSIBLE EVITARLO": DAN GILLMOR

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Por Diego Caso
Ciudad de México (Aunam). “Si un gobierno federal quiere espiar a alguien, es casi imposible prevenirlo. La tecnología, si bien es una excelente herramienta para los periodistas, es también la mejor arma de espionaje jamás inventada para quien desee vigilarnos”, así lo declaró Dan Gillmor durante el conversatorio Tensiones digitales y periodismo en la era de Trump.



Durante la mesa redonda, organizada en Casa Lamm por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y la Arizona State University, el también escritor comparó el problema de la ciberseguridad, que sufren los medios hoy en día, con una carrera armamentista.

“La ciberseguridad no es algo que se logra, es un proceso que continuamente debe ser actualizado. La ciberseguridad debe verse como una carrera armamentista: si el periodista consigue mejor protección, entonces los hackers desarrollan mejores herramientas para romperla”.

En el panel Ciberseguridad para periodistas, Gillmor también estuvo acompañado por Grisel Salazar, profesora asociada del CIDE, quien mencionó el caso del seminario Luces del Siglo, publicado en Quintana Roo, como un ejemplo de los ciberataques al periodismo en México.

“Cada vez que dicho medio sacaba una portada crítica en contra del ex gobernador Roberto Borges, ésta se clonaba para hacer una nueva usando términos que favorecieran al funcionario público”.

Por su parte Javier Garza Ramos, subdirector editorial de El Siglo de Torreón, señaló que la revisión de cualquier dispositivo electrónico de los periodistas extranjeros que trabajan en los Estados Unidos, por parte de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de dicho país, representa una amenaza para la labor periodística.

Los tres panelistas hablaron también sobre las amenazas físicas que enfrentan los medios de comunicación. En el caso de Estados Unidos, Garza Ramos enfatizó que los ataques sufridos por reporteros en algunos mítines de la campaña presidencial de Donald Trump son una señal de la creciente agresividad mostrada hacia los periodistas.

“De la desconfianza a la hostilidad hay una línea muy delgada. Cuando uno ve a un líder político enviar un mensaje agresivo en contra de la prensa, lo que termina ocurriendo es que alguien va a querer hacerle un favor a esa figura política e ir y hacerle daño a algún reportero”.

Sobre el mismo tema, Gillmor subrayó que ante esta situación los periodistas también deben convertirse en activistas que defiendan su trabajo de cualquier ataque.

“Si alguien que controla el gobierno dice que el periodista es el enemigo, eso es una declaración de guerra y si alguien te declara la guerra nosotros sólo tenemos dos alternativas: rendirnos y hacer lo que el gobierno diga o trabajar muy duro para proteger la libertad de expresión, la libertad de prensa”.

Así mismo, la profesora Salazar apuntó que en el caso mexicano, las agresiones hacia la prensa provienen, en su mayoría, de servidores públicos. Esto, sumado a hechos como que la Fiscalía Especial de Atención a Delitos contra la Libertad de Expresión sólo ha resuelto dos casos de agresiones, hace que los periodistas no sepan a quién acudir para protegerse.

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"UNA FRONTERA MÁS IDEOLÓGICA, LA DIVISIÓN ENTRE ESTADOS UNIDOS Y CANADÁ"

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Por Diego Caso
Ciudad de México (Aunam). “Para los canadienses, la frontera con Estados Unidos es una división más ideológica, a ellos no les gusta que los confundan con sus vecinos estadounidenses”, así lo explicó la doctora Graciela Martínez-Zalce Sánchez en la presentación del libro Instrucciones para salir del limbo: arbitrario de representaciones audiovisuales de las fronteras en América del Norte.



En la introducción del título, dentro de la 38ª edición de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), la investigadora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM explicó que el libro recoge una serie de ensayos divididos en 6 apartados que estudian la frontera entre Estados Unidos y Canadá desde la perspectiva del cine y la televisión.

Martínez-Zalce subrayó que el proyecto requirió una gran cantidad de tiempo de investigación, aproximadamente 10 años, debido a que la cantidad de películas y series de televisión, especialmente las producidas en Canadá, que toman la frontera estadounidense-canadiense como protagonista es muy reducida.

Así mismo, la investigadora señaló que uno de los objetivos de la publicación es estudiar la relación de asimetría entre esos dos países norteamericanos.

“Se puede pensar que Estados Unidos y Canadá son países simétricos, pero no lo son. Los canadienses sienten que muchos de sus gobiernos acaban asumiendo lo que Estados Unidos dice porque no les conviene pelearse con sus vecinos”.

Por último, la doctora subrayó la importancia de este tipo de producciones –que la investigadora Norma Iglesias englobó en el término cine fronterizo– en la industria cinematográfica mexicana, pues durante la crisis de producción del cine nacional en la década de los 80 este tipo de películas, protagonizadas por los Almada o por “Lola, la trailera”, eran las únicas que se grababan.

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"CONOCER A LA JUVENTUD DIGITAL, BÁSICO PARA LAS POLÍTICAS PÚBLICAS": DELIA CROVI

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Por Diego Caso
Ciudad de México (Aunam). “Es alarmante el desconocimiento que hay hacia una juventud, que comparte un espíritu muy tecnológico de sus tiempos, por parte de quienes deben tomar acciones y decisiones para programas de políticas públicas”, subrayó la doctora Delia Crovi en la presentación del libro Redes sociales digitales: lugares de encuentro, expresión y organización para los jóvenes.



Durante la sexta jornada de actividades de la 38ª Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), la investigadora explicó que la gran mayoría de los jóvenes que fueron entrevistados para la realización del libro poseen pocas habilidades digitales y que están más familiarizados con la dinámica de compartir contenidos, no crearlos.

En la Sala Manuel Tolsá, la académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM estuvo acompañada por la doctora Miriam Herrera, de la Universidad Autónoma de Querétaro, y por el maestro Daniel Hernández, de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Lerma, quienes hablaron sobre el contenido de la obra.

En su exposición, la doctora Herrera destacó la descentralización de la información presente en el libro, pues el texto además de presentar análisis elaborados en la Ciudad de México, también incluye estudios hechos en colaboración con universidades en el Estado de México, Sonora y Veracruz.

“A partir de esta postura, podemos saber que está pasando no sólo en el centro del país, sino en otras latitudes de la República, lo que produce una visión más general de lo que pasa con los jóvenes y el uso de las tecnologías y de las redes sociales digitales”.

Herrera también remarcó que la obra aclara algunos mitos relacionados con la juventud y las redes sociales digitales, como el caso del concepto nativos digitales.

“Si nos acotamos a esta noción de nativos digitales, prácticamente todos los que ahora son jóvenes tendrían que serlo. Sin embargo, si bien casi todos los jóvenes tienen acceso a las tecnologías, no todos accedieron a ellas en el mismo momento de su vida. Hay quienes tocaron una computadora hasta la secundaria o la preparatoria”, detalló.

Otro mito analizado es la generalización hecha que ubica a los usuarios de las redes digitales como productores de contenido, idea que el texto refuta al exponer que menos de la quinta parte de los jóvenes genera contenidos o se reconoce como productor de contenidos en las redes sociales o en internet.

Por su parte, el catedrático Daniel Hernández enfatizó la construcción, hecha a partir del trabajo realizado para el libro, de una tipología de la interacción en redes sociales digitales que engloba los perfiles de navegación en cuatro tipos: el discreto, el selectivo, el enlace y el comunicativo.

“Estos perfiles no solo reflejan una actitud y un comportamiento, sino que dan cuenta de la funcionalidad de los nodos que componen la interacción en la red donde la participación de estos perfiles está suscrita a ellos”, agregó.

Finalmente, Hernández resumió que los siete capítulos de la obra contextualizan el lugar y el momento de cada una de las instituciones participantes, con el fin de tener suficiente claridad de las voces que se hacen presentes mediante el trabajo empírico.

Redes sociales digitales: lugares de encuentro, expresión y organización para los jóvenes contó con la colaboración de la profesora Gladys Ortiz Henderson, de la UAM Lerma; la doctora Luz María Garay, de la Universidad Pedagógica Nacional; la doctora Rocío López González, de la Universidad Veracruzana; y la investigadora Guadalupe González Lizárraga, de la Universidad de Sonora.


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"POR MIEDO REGRESAN CADA VEZ MÁS CONNACIONALES A MÉXICO": SILVIA NUÑEZ

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Por Diego Caso
Ciudad de México (Aunam). “Cuatro de cada diez inmigrantes que regresan a México lo hacen por miedo a la deportación. Ese número es el doble de los que vuelven aquí de forma involuntaria. Son más los inmigrantes que regresan por la amenaza en sí misma que por ser detenidos y deportados”, enfatizó la investigadora Silvia Núñez durante la presentación del libro Nuevas experiencias de la migración de retorno.



En el marco del sexto día de actividades de la 38 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), la actual directora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM, acompañada de las doctoras Mónica Verea y Elaine Levine, coeditoras de la publicación, hablaron sobre el fenómeno, poco estudiado a su parecer, de la migración de retorno.

La presentación contó con la asistencia de la embajadora Martha Ortiz de Rosas, miembro de la Cátedra Fernando Solana, quien destacó la aparición de nuevas tendencias de migración de retorno, como la relativa a los migrantes transgeneracionales quienes pueden enfrentar problemas con las nuevas políticas migratoria de Estados Unidos.

“Los migrantes transgeneracionales son hijos de los migrantes que nacieron allá. Sin embargo, muchas veces tienen que regresar con sus padres de manera forzosa cuando ellos son deportados, o no se quieren quedar allá porque todavía son muy pequeños. Esta situación produce la separación de las familias, que es una violación flagrante a los derechos humanos”, puntualizó.

Así mismo, Ortiz de Rosas expresó lo preocupante que es la insuficiencia de datos estadísticos de los migrantes retornados, en especial la falta de información respecto a su nivel educativo, pues este dato es esencial para prever políticas públicas adecuadas orientadas a ayudar a este sector de la población.

En este sentido, la doctora Mónica Verea apuntó que el gobierno mexicano tiene el deber de informar a todos los inmigrantes connacionales en los Estados Unidos qué hacer en caso de ser detenidos por agentes de migración estadounidenses que quieran deportarlos.

La también catedrática remarcó que frente a la posibilidad sugerida en el último memorándum de Donald Trump de deportar a México a todos los inmigrantes detenidos por Estados Unidos, sin importar si estos son mexicanos o no, la posición del presidente Enrique Peña Nieto y el canciller Luis Videgaray debe ser de negación.

Sobre las políticas agresivas del presidente estadounidense en contra de los inmigrantes, en especial los mexicanos, la doctora Verea mencionó que dicha hostilidad ya está generando cambios en el comportamiento de los indocumentados.

“Existe un antes y un después a partir del ingreso de Trump a la presidencia de Estados Unidos, porque ahora muchos inmigrantes están sacrificando hasta su trabajo porque temen que en el momento en que lleguen a donde laboran puedan ser agarrados por la patrulla fronteriza y ser deportados”.

Por su parte la doctora Elaine Levine explicó que la migración de retorno siempre ha existido entre México y Estados Unidos, debido a la cercanía geográfica y la frontera compartida. Sin embargo, con una política migratoria estadounidense más hostil hacia los indocumentados, los retornos forzados aumentan.

“Se ha dejado constancia que muchos inmigrantes afirman regresar de forma voluntaria a México, pero en muchos casos hay una presión: si ellos figuran como deportados, es decir si no firman y dicen que su salida fue voluntaria, existe el riesgo de enfrentar penas y sanciones si vuelven a ingresar a ese país”.

Levine destacó que, además del proceso anterior, los inmigrantes que regresan con hijos llegan a enfrentarse con el problema de la discriminación, pues sus hijos sufren malos tratos en las escuelas por no estar escolarizados en español, sino en inglés. “Es terrible que regresen a su país y se sientan como extraños”, afirmó.

En las conclusiones, la doctora Silvia Nuñez argumentó que la construcción del muro en la frontera norte está enviando un mensaje al gobierno mexicano, que es la incapacidad de controlar sus límites fronterizos.

“En México, no hemos tenido una visión estratégica de qué hacer y cómo atacar de manera contundente a las redes de tráfico de personas que tienen en nuestro territorio una cancha enorme para transportar personas”, concluyó.

Nuevas experiencias de la migración de retorno se conforma por un grupo de 14 ensayos y contó con la colaboración del CISAN, el Instituto Matías Romero de la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE) y The International Metropolis Projetc.

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ACABA PUMAS CON EL INVICTO DE SANTOS

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Por Gerardo Padilla
Ciudad de México (Aunam). El Estadio Olímpico Universitario fue la sede para el partido entre los Pumas de la UNAM y Santos. El conjunto Auriazul regresó a la senda del triunfo con un doblete del chileno, Nicolás Castillo, mientras que Djaniny Tavares fue quien descontó para los visitantes.


El primer tiempo fue dominado por los Guerreros, quienes consiguieron generar peligro en varias ocasiones sobre el arco que defendía Alfredo ‘Pollo’ Saldívar. A penas al minuto 8, Djaniny Tavares estuvo muy cerca de la anotación. El jugador africano recortó dentro del área y se quitó la marcación de dos defensas de Pumas y disparó, pero Abraham González alcanzó a desviar el esférico.

Dos minutos más tarde, Santos volvió a estar cerca de irse al frente en el marcador. Julio César Furch recibió el balón muy cerca de la portería y controló el balón, inmediatamente después disparó con su pierna izquierda, pero el esférico se estrelló en el rostro del guardameta Saldívar.}

Los Guerreros continuaron dominando el primer tiempo, pero no pudieron reflejarlo en el marcador. Al minuto 27, Santos tuvo una jugada a balón parado, el cual fue ejecutado por Oswaldo Martínez, quien buscó a Julio Furch. El argentino le ganó la posición a su marcador y remató con la cabeza, pero el balón se estrelló en el poste.

Al minuto 31, el Director Técnico de Pumas, Juan Francisco Palencia, decidió hacer un cambio. Salió Alan Mendoza e ingresó Matías Britos. Desde ese momento, los del Pedregal pudieron generar más peligro en la portería que defendía Julio González.

En la parte complementaria, los Universitarios pudieron irse al frente en el marcador. Al minuto 47, Pablo Barrera mandó un buen pase bombeado al chileno, Nicolás Castillo, quien recibió el esférico dentro del área y cruzó su disparo para vencer al guardameta.

Diez minutos después, los de la Comarca Lagunera estuvieron muy cerca de anotar el gol del empate. Djaniny Tavares recibió un balón y quedó totalmente solo frente al arquero. El originario de Cabo Verde disparó, pero el arquero Saldívar se quedó con el esférico.

En la jugada siguiente, los Auriazules aumentaron su ventaja en el marcador. Javier Cortes controló el balón por el centro del campo y lo mandó a la banda derecha, donde se encontraba Pablo Barrera, quien mandó un buen centro, y de nuevo el chileno, Nicolás Castillo, fue el encargado de mandar el balón a las redes.

Más tarde, Pablo Barrera desbordó por la banda derecha y llegó al área rival. El ‘Dinamita’ se animó a disparar, pero el guardameta, Julio González, logró mandar el esférico a tiro de esquina.

Al minuto 91, los Guerreros consiguieron el gol que los acercaba en el marcador. Djaniny Tavares recibió un balón y quedó solo frente al portero. El delantero de Santos disparó de forma bombeada y venció al guardameta Saldívar.

El árbitro central, Jorge Isaac Rojas, dio el silbatazo final y con esto, los Universitarios acabaron con el invicto de los Guerreros. Tras la victoria sobre Santos, los Pumas se ubican en séptimo lugar con 14 unidades, mientras que los de la Comarca Lagunera se posicionaron en octavo lugar con 12 puntos.





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XANTOLO, LA UNIÓN DE LA VIDA Y LA MUERTE EN PIEDRA HINCADA

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Por Bacilio Antonio Hernández
Hidalgo, México (Aunam). En las primeras horas de la mañana llegué por fin a Piedra Hincada. Mamá y papá ya me esperaban. Los abracé tan pronto pude. “¡Ya ni asiko!, ¿kenijki an istokej inmojuate?” (¡Ya llegué! ¿Cómo están ustedes?), los saludé en náhuatl, nuestra lengua materna. Y empezamos a platicar. Mamá tenía su semblante iluminado, papá también. Antes de hacer otra cosa, les comenté que iba de entrada por salida. Esperé a desayunar pan con un delicioso chocolate preparado por mamá a quien, por cierto, le queda muy rico.



El viaje para llegar a la siempre fresca y colorida Piedra Hincada, la comunidad de donde soy originario y que cuenta con aproximadamente 900 habitantes, se había tornado algo pesado. Anoche, cerca de las 22:45 horas, el autobús que va de la Central del Norte hacia San Felipe Orizatlán arrancó y tras la ventanilla sólo se podían observar las luces a lo lejos. Como sólo veía oscuridad a través de la ventana me puse a pensar en cómo estarían papá y mamá.

Me quedé dormido pasada la medianoche. A la mañana siguiente llegaría a San Felipe Orizatlán, mi municipio. Más tarde esperaría el siguiente transporte que me llevaría a Piedra Hincada, donde viven mis papás, a quienes no veía desde hace más de tres meses. El clima, que estaba entre cálido y fresco, me decía que todavía había un ambiente de fiesta, se sentía una tranquilidad muy armoniosa.

Dentro del transporte, que resultó ser una pequeña vagoneta, subió una señora con una gallina envuelta en su delantal que contó como esas aves le salían más baratas en el pueblo de San Felipe que en su propia comunidad.

Después de todo el viaje, por fin estaba en casa y al fin pude descansar. Más tarde, papá fue a la milpa y regresó de allí con un rollo de leña. Se sentó en una pequeña silla de madera junto a la puerta y empezamos a platicar. Le pregunté cómo había estado este año la fiesta de Xantolo . Con una sonrisa, me respondió que había estado muy bonita, casi como todos los años. “Ahora montamos la ofrenda y el arco cerca de la cocina. Ahí se ve mejor, pues en la sala principal las velas manchan el techo y se encierra más el humo”.

El Xantolo o mijkailuitl, día de muertos en Piedra Hincada

Después de acomodarme en una silla, le pregunté a mi papá si conocía la historia sobre la celebración tan particular del Xantolo.

“Verás, muchos dicen que es una costumbre, yo digo que también es una fiesta que se viene celebrando desde la época de nuestros abuelos y que ellos me enseñaron desde que era muy pequeño. Tu abuelita solía decirme que es una de las fiestas más grandes de la región. De niño, veía como ella misma se encargaba de todos los preparativos para el gran día, incluso desde meses antes organizaba todo lo necesario para esta fiesta”.

“Cuando vivías acá, antes de irte a México en 2014, veías que nosotros también lo celebrábamos año con año. Es una fiesta que los niños de ahora van a conocer y a seguir celebrando más adelante, así como nosotros lo aprendimos de nuestros padres”.

Empezábamos a adentrarnos cada vez más en el tema, cuando papá me pidió que nos pasáramos a donde estaba la ofrenda: una mesita con un mantel de plástico floreado con un arco de caña encima, adornado con palmillas, flor de cempasúchil y flor de bolita morada, una especie muy popular de la región.

En el arco se encontraba amarrado un izote, una fibra utilizada como mecate y que se extrae de una especie de agave. De éste colgaban dos mandarinas, un racimo de plátanos y un par de naranjas. En la mesa había un plato con tamales, una canasta con flores y dos caballitos de barro que sostenían dos velas, uno en cada extremo. Del arco colgaban dos servilletas bordadas de vistosos colores, un tecomate, un morral de ixtle y la ropa de mi abuela fallecida.

El significado del Xantolo

Después de observar por un momento el altar que armaron mis papás, preguntó cuál es el significado que encierra las ofrendas montadas durante este día tan especial.

“La festividad del Xantolo es un festejo en donde recordamos a las personas que ya no están, a nuestros padres y seres queridos. El arco simboliza una puerta a donde las ánimas llegan, mientras que la luz de las velas los guía hacia nuestra casa. El camino que hacemos con la flor de sempoalxóchitl (flor de veinte pétalos, en náhuatl) es la señal para que no se pierdan, ya que su color y olor son únicos”.

“Ponemos la comida porque sabemos que nuestros seres queridos llegarán con hambre. Estos alimentos son para que vean que los esperamos con mucho cariño, y que les ofrecemos lo que en vida les gustaba”.

“Las servilletas y el morral son nuevos porque debemos tener preparado lo mejor para nuestros muertos. Todas esas cosas las compramos el ‘domingo grande’, en San Felipe”.

La preparación de la fiesta, un proceso muy importante

La fiesta de Xantolo es muy grande y su preparación lleva mucho tiempo. En septiembre, cerca del día de San Miguel Arcángel, se pone una primera ofrenda en las casas; más tarde, el 18 de octubre, se cortan los plátanos que se van a usar en la ofrenda, para que maduren bien.

Los preparativos siguen con el “domingo para los de lejos” –el domingo que cae dos semanas antes del 31 de octubre–. Ese día, los que viven fuera de la comunidad hacen las compras de todo lo necesario como velas, caballitos y silbatos de barro, morrales, entre otros productos.

“El domingo previo a una semana del 31 de octubre se llama ‘domingo grande’. Ese día vamos a la plaza de San Felipe para comprar todo lo que ocupamos. Yo siempre escojo un morral para tu abuelo y velas blancas y platos para tu abuela. Compramos el copal, las figuritas de guajolotes de barro para las velas, silbatos y también un pequeño cántaro”.

“En esos días, tu mamá comienza a moler el cacao para el chocolate y entre los dos vemos si hay gallinas buenas para matar y hacer comida con ellas. También voy a la milpa por papatla–que es una hoja parecida a la del plátano, pero más chica– para cuando se hagan los tamales”.

“El 31 de octubre, desde muy temprano, hay que ir por la caña y las flores de sempoalxóchitl que vamos a usar en el arco. Para que el sempoalxóchitl floree por estas fechas, la planta debe ser sembrada por el 27 de junio. Sólo hay que cortar las flores más grandes y bonitas; las demás se deshojarán para hacer el caminito”.

“Antes del medio día el arco debe quedar listo para que se ponga la ofrenda de bienvenida para nuestros padres. Se prenden las velas y se pone el copal para convivir con las ánimas. Durante toda la tarde se truenan los cohetes y se escucha la música de sones. Los huehues o koles, grupos de danzantes que sólo actúan en el Xantolo, salen a bailar en las noches para celebrar que ya inició la fiesta. Ellos representan a los seres queridos que no conocimos en vida, por eso se visten con ropa de mujer y máscaras”.

El ritual de la concepción de la muerte en Piedra Hincada


Mamá nos había ofrecido una taza de chocolate. Gustosamente empecé a tomar la mía mientras, al mismo tiempo, observaba aquel inmóvil, pero vistoso arco de caña. Esa reflexión hizo que surgiera una duda que le planteé a mi papá, sobre cómo es cuando alguien muere en mi comunidad.

“Nosotros sabemos que es algo muy difícil y doloroso. Aquí en la comunidad no es igual como en la ciudad. Aquí, cuando un vecino ya está en sus últimos días, la gente acostumbra visitar a su familia y acompañarlos a dormir por las noches, como señal de apoyo. Ya cuando la persona finalmente muere, los familiares le lloran y viven su duelo, pero también los vecinos y los allegados lamentan esa pérdida”.

“Cuando una persona muere, los familiares se encargan de amortajarlo: lo bañan, lo cambian y le ponen ropa nueva o la más bonita que usaba. Varios de los familiares le hablan, le dicen que no se lleve ninguna preocupación, y que se vaya tranquilo. Le prenden velas y arreglan la casa para velarlo. Usualmente limpian el espacio quitando todo lo que pueda estorbar. Como vecinos, acostumbramos llevar café molido o maíz para que puedan utilizarlo en los rezos. Nos quedamos acompañando a la familia hasta después de media noche”.

La “escalera” hacia el camposanto

“El cuerpo de la persona fallecida se pone en el ataúd hasta ya muy noche y adentro se ponen sus pertenencias. Es necesario ponerle la ropa que más usaba, una vela bendecida, una palma del día de ramos en forma de cruz, un pañuelo y otros objetos, según sea hombre o mujer. Se contrata a un señor de avanzada edad para que le haga una ‘escalera’, que es un hilo de algodón que va de la punta de los dedos de los pies hasta el cuello, en donde se amarra”.

“Ese hilo deberá tener siete nudos y simboliza una escalera que ayudará al fallecido a subir al cielo. La comida que se le pone es para que se la coma en el camino porque ya nunca va a regresar. Es una despedida para siempre. Al día siguiente, antes de que se levante el ataúd para llevarlo a enterrar, se realiza la última comida con los presentes que acompañaron a la familia”.

“La comida representa su última convivencia. Al fallecido se le ofrenda una comida y todos los presentes deben comer también, los señores, las señoras y los niños. Al terminar la comida, se hace el levantamiento del cuerpo y los ayudantes del fiscal de la iglesia se encargan de llevar el ataúd al camposanto”.

La familia del difunto también tiene que contratar a una señora mayor para que haga el barrido de la casa. Ella esparce agua y con un ramo de hierbas barre el lugar donde se puso al difunto, recoge las ceras y todo rastro de flores. La señora también tritura un poco de nixtamal y lo esparce sobre el ataúd. Cuando todos comiencen a caminar al panteón, ella tira el nixtamal triturado, en forma de confeti, sobre todos los presentes”.

“Este acto simboliza que la persona difunta se va para siempre, pero no deja a los suyos sin alimento, ya que el maíz representa la comida de cada día. Cuando los encargados de levantar el ataúd cruzan la puerta, se les pide pisar y romper un cesto con tortillas, ya que esto significa la muerte de la enfermedad y de todas las dolencias que la persona fallecida sufrió en vida”.

“Todos los presentes deben caminar en silencio. El ataúd siempre va adelante y los únicos que pueden llevar flores y velas son los amigos o ahijados de la personas fallecida. Los familiares directos no llevan flores y caminan hasta el final, esto en señal de lamento por la pérdida de su ser querido”.

“Se oficia una misa de cuerpo presente en la iglesia de la comunidad y en la tarde se llega al camposanto, donde todo debe estar listo para el entierro. Ahí, se baja el ataúd y se pone sobre el suelo. Los familiares lloran, le hablan a su ser querido diciéndole que se vaya tranquilo, al mismo tiempo que lamentan el que los haya abandonado”.

“Después de un rato, el fiscal pone incienso en el copal, lo esparce sobre el féretro y empieza un rezo. En ese momento es cuando los encargados comienzan a bajar el ataúd para acomodarlo dentro de la tumba. Ya que está listo, el familiar directo de más edad toma un puño de tierra y se lo avienta. Después, todos los que llevan flores dejan caer sólo algunas en la tumba abierta y comienza el entierro”.

“Una señora se encarga de llevar el plato y la taza que el difunto usaba para consumir sus alimentos, para que una vez terminado el entierro se coloquen sobre la tumba. Estos rituales representan que se acompañó al muerto hasta en lo último de esta vida”.

El luto en el Xantolo

“Al regreso a la casa por la tarde, los familiares cenan, en silencio, de la misma comida que haya sobrado en la tarde. No reirán ni escucharán música durante los siguientes siete días, todo esto en señal de luto”.

“Durante esa semana los familiares consumirán, en cada comida del día, alimentos que el fallecido acostumbraba comer. El guiso se sirve en un plato especial con siete tortillas. También en esa semana, durante las noches se hacen los rezos para pedir por el eterno descanso del difunto”.

“Al cumplirse los ocho días, se realiza otra gran reunión en donde se dan tamales, café, refresco, pan, fruta y muchos otros alimentos. La convivencia se realiza con todas aquellas personas que acompañaron a la familia durante el duelo. Se prenden velas, se pone copal y la ropa de la persona que ha fallecido. Con este acto, se termina el duelo, y se levantan las veladoras, flores y se quitan todas las ceras que hayan caído en el piso”.

“Por último, se realiza una limpieza general y se guardan todas las pertenencias del muerto, para que ya sólo se le recuerde con lo mejor que hizo en vida. Así es como se cierra un ciclo en esta tierra. Depende de los familiares si se quieren extender en el luto. Al año se hace la bendición de la cruz, que se coloca en la tumba del fallecido y con ello se despide para siempre al ser querido”.

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CONSULADOS EN ESTADOS UNIDOS, LISTOS PARA DEFENDER AL MIGRANTE: LUIS PERAZA

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Por Diego Caso
Ciudad de México (Aunam). “Los consulados mexicanos están tratando de llegar a la sociedad civil y a todos los grupos de universidades de derecho, clínicas de derechos humanos en Estados Unidos, todo con el fin de defender al migrante indocumentado”, afirmó Luis Peraza Parga en la conferencia Indocumentados en EE.UU. en los tiempos de Trump.



Peraza Parga, profesor visitante en la Universidad de Missouri-Kansas City, expuso su experiencia personal con respecto al clima adverso que están enfrentando los inmigrantes mexicanos en la Unión Americana a partir de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

Sobre el trabajo de los consulados, el doctor en derecho resaltó la insistencia hecha a los connacionales en estos centros de planear con anticipación una serie de pasos a seguir en caso de ser detenidos por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés).

“Es importante tener un plan de escape por lo siguiente: ¿qué pasa con los hijos nacidos en Estados Unidos cuando sus padres son detenidos y deportados en caliente?, ¿se quedan solos y desprotegidos? Los inmigrantes tienen que nombrar a un responsable que los acoja o llevárselos de vuelta a México, a pesar de que sus hijos sean norteamericanos”.

En el evento organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, el académico resaltó la colaboración del consulado de México en Filadelfia, a cargo de Alicia Kerber Palma (esposa del ponente), con los agentes del Servicio de Inmigración, que tiene como objetivo garantizar el mejor trato posible para los inmigrantes eventualmente detenidos.

“Se están implementando reuniones periódicas con oficiales del ICE con el fin de coordinarse porque no hay que hacerse enemigo de los que se van a llevar a los connacionales. Se trata de acercarse a ellos para normalizar la situación e incluso intervenir en caso de que los agentes vayan a hacer una redada”.

En ese sentido, el catedrático español manifestó su inquietud por una posible reducción del número de consulados de México en Estados Unidos –actualmente, son 50 en total– si Donald Trump, como parte de su política antiinmigrante, llega a considerar estos centros como un obstáculo en sus planes.

A raíz de la detención de algunos dreamers, jóvenes inmigrantes indocumentados protegidos por la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés), Peraza Parga enfatizó el peligro que enfrentan pues sus datos personales –domicilio, lugares de trabajo– se encuentran en posesión del gobierno estadounidense, que podría utilizarlos para localizarlos y detenerlos.

“Confiados, estos dreamers dieron todos sus datos al Departamento de Justicia, datos que ahora mismo tiene Trump en sus manos. Ellos no son indocumentados en la sombra, son indocumentados a plena luz, entonces esto es muy delicado”.

En la conferencia moderada por el doctor Manuel Becerra Ramírez, el ponente comentó la difícil situación que enfrentan los hijos de los inmigrantes mexicanos, tanto de los deportados como de los que siguen en Estados Unidos, pues este sector está siendo víctima de maltrato en las escuelas.

“Ha habido casos de niños con padres indocumentados que reciben mensajes como ‘vete a tu país’, ‘eres un mugriento mexicano’. Por eso es importante que los consulados combatan ese ambiente que se puede producir en los centros educativos a través de acuerdos y reuniones con sus respectivos directores”.

Como parte de las conclusiones, el doctor Becerra Ramírez llamó al gobierno mexicano a hacer una revisión a nivel interno de lo que ha sucedido en el país, fundamentalmente desde 1994, cuando entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que ha provocado el éxodo de un gran número de compatriotas hacia Estados Unidos.

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